Morelos

FIESTAS TRADICIONALES

Día de Muertos en Ocotepec: ¿Sabes qué es el 'cuerpo simulado' y qué lo hace tan especial?

La celebración de Día de Muertos en el poblado de Ocotepec, Cuernavaca, ha quedado inscrita como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO y recibe con alegría a vivos y muertos.

Dia de Muertos en Ocotepec.esta es una celebración llena de colorido y tradiciones por lo que está inscrita como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
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El poblado de Ocotepec se encuentra ubicado en la parte norte del municipio de Cuernavaca y es uno de los doce pueblos ancestrales originarios que conforman lo que hoy se conoce como la Ciudad de la Eterna Primavera.

El Día de Muertos en Ocotepec está inscrito como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO desde 2014, dentro del rubro de las Festividades Indígenas dedicadas a los muertos.

Placa Conmemorativa en la Ayudantía de Ocotepec
Crédito: IMRyTV

Se celebra entre los últimos días de octubre y los primeros días de noviembre (de 28 de octubre al 2 de noviembre de nuestro calendario), que coincide con el fin de la cosecha de maíz.

Ofrendas de Día de Muertos

La creencia popular es que durante Día de Muertos hay un regreso transitorio de los que partieron al otro mundo, y hay que recibirlos con alegría, y con signos de admiración y respeto; cada ofrenda es propia de un difunto y se coloca su foto, aunque también hay ofrendas familiares y comunitarias.

Ofrenda con alimentos  y frutas
tradicionales
Crédito: Martín Hernández & Lupita Prado

La ofrenda es un rito familiar pero abierto a los visitantes. Vivos y muertos son recibidos con agrado en estos días. Al final de cuentas todos llegaremos algún día al mismo lugar.

Para empezar la ofrenda, se coloca un camino de pétalos de flores de cempasúchil. Por su aroma y color representa el puente entre lo terreno y lo divino.

Para los pueblos prehispánicos todas las flores eran una manifestación de sus dioses, un regalo divino y en el caso de la flor de cempasúchil es una vinculación hacia el Mictlán o inframundo, donde habitan los muertos.

Camino de flor de cempasúchil
Crédito: Martín Hernández & Lupita Prado

En vasijas de barro se colocan comida, semillas y otros elementos tradicionales. Es tradición que la comida y bebida sea la que le agradaba al difunto. Se colocan tequila, mezcal o aguardiente para los mayores; dulces y juguetes para los chiquillos.

Elementos muy característicos y que le dan gran vistosidad a las ofrendas son la fruta, el sahumerio con copal e incienso, los adornos de papel picado y por supuesto se adorna todos con flores como el “terciopelo”, lirio, nube y crisantemo.

En la ofrenda se colocan calaveras de azúcar de distintos tamaños. Se les coloca un papel dorado con el nombre de cada difunto. También pueden encontrarse calaveras de amaranto, ajonjolí, semilla de calabaza (pepita) y chocolate.

Además se pone pan de muerto que simboliza el cuerpo de los difuntos. Las veladoras y cirios que representan luz, fe y esperanza; e indican el camino hacia este mundo, pues los difuntos viven en la oscuridad.

Según su tradición, que puede ser diferente a las de otros lugares de México pues no hay un consenso; las ofrendas se ponen el 31 de octubre para los niños y el 1° de noviembre se ponen para los adultos. Las ofrendas se levantan el día 2 de noviembre hacia el atardecer y la comida se reparte entre los presentes.

La “ofrendas de sombra” u “ofrenda nueva” son las dedicadas a quienes fallecieron en el transcurso del año.

Los pobladores de Ocotepec reciben a visitantes, sean conocidos o desconocidos… ¡Todos son bienvenidos estos días! Y comparten café, pan, tlaxcales, atole, mezcal, tamales y pozole.

Muchos fuereños se sorprenden porque pueden pasar de casa en casa comiendo y bebiendo gratis mientras visitan las ofrendas.

Todos los visitantes deben portar una veladora o un cirio para alumbrar el camino de los difuntos. A esta costumbre le conoce como “la cereada”.

El cuerpo simulado

Una característica distintiva de estas ofrendas, es un bulto que viste la ropa y los zapatos de difunto para dar apariencia de que se encuentra ahí. La cabeza es una gran calavera de azúcar y se rodea el cuerpo con flores de cempasúchil y veladoras. Se incluyen objetos que fueron pertenencias del difunto, como sombreros, rebozos, herramientas y hasta pistolas o machetes.

Representación del "cuerpo simulado"
Crédito: Martín Hernández & Lupita Prado

Así que ya sabes, si quieres celebrar Día de Muertos en un lugar especial, lleno de colorido y de tradiciones, visita Ocotepec en Cuernavaca, Morelos.