A pesar de las multas y el constante operativo Antiruido que promueve la delegación de Vialidad y Transportes en Mazatlán, todavía existen transportistas que se oponen a acatar este reglamento en un 10 a 20 por ciento de conductores del transporte público, informó Rubén Medina Beltrán, subdirector estatal de esta dependencia.
Comentó que el máximo permitido de decibeles para no afectar zonas habitacionales es de 60, y quien no acaté las recomendaciones, es sancionado con multas de 2 mil 600 a 6 mil pesos.
“Nos quedará un 10 o 20 por ciento de gente que no han querido hacer caso y sobre ellos estamos trabajando a quienes estamos encontrando en la calle con el sonido arriba de lo permitido le estamos aplicando una infracción”.
Entendió que los trabajadores tienen derecho a trabajar como los turistas a divertirse, pero dijo que eso no los exenta DE afectar la tranquilidad de los habitantes del puerto.