El Sindicato Industrial de Trabajadores Salineros de la Exportadora de Sal S.A de C.V, (ESSA) no augura buenos resultados financieros para la empresa, los días avanzan y el Gobierno de México no logra comercializar la sal, se mantienen en la incertidumbre para el 2025 ya que señalan, podrían “tronar” por falta de venta.
El líder sindical de salineros, Luis Martín Pérez Murrieta, consideró que todo se debe a la falta de voluntad de las autoridades en resolver un problema que desde hace años vienen arrastrando, más de 3 millones de toneladas de sal se encuentran acumuladas en Isla de Cedros y Guerrero Negro, no hay ventas, ni mucho menos acuerdos con otros países para comercializar, como habían declarado autoridades.
“Tenemos incertidumbre para entrando el 2025. Que se pongan las pilas, que se pongan a trabajar, que se pongan a suplir lo que ya no tenemos, lo teníamos, ahora no tenemos la comercialización, quitamos la exclusividad, y esto es lo que tenemos. Si las cosas no estaban bien, debieron arreglarlas, pero no desaparecerlas” dijo el líder sindical.
Desde el 24 de febrero de 2024, fue formalizada la compra de las acciones de Exportadora de Sal S.A de C.V (ESSA) a la empresa japonesa Mitsubishi, la exportadora de sal más grande del mundo ubicada en Baja California Sur, pasó a manos de la federación, sin embargo, enfrenta una dura crisis económica al no lograr comercializar la sal a mercados internacionales.
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Anuncian el despido del 5% de trabajadores de confianza
Pérez Murrieta, explicó que no hay proyecciones claras para mejorar la comercialización, no hay certeza de lograr vender 7 millones de toneladas de sal para antes de concluir el año.
“Yo creo que estamos en un camino incómodo, negativo. Si seguimos así va a tronar, así de sencillo, no hay que ser muy inteligente para darse cuenta que cuando no vendes algo lo vas a tronar”.
Además, adelantó que la federación ha dado la instrucción de despedir al 5% de los trabajadores de confianza para solventar la crisis, sin embargo, el líder sindical consideró que esto no resuelve el conflicto ya que lo que se requiere es vender la sal que se encuentra apilada.
“Nosotros podemos quitar a la mitad de todos los que estamos trabajando adentro, y eso no va a arreglar el problema que tenemos, de no cambiar las condiciones corremos el riesgo todos los que estamos ahí. Tengo la obligación también de decir las cosas como son”.
La federación compró las acciones a la empresa japonesa Mitsubishi por 1.500 millones de pesos para así obtener el control de la compañía, hoy están en riesgo más de 1,300 trabajadores que desconocen cómo seguirá operando para el 2025, lamentan que hoy, que la empresa le pertenece a México, exista poca voluntad para salvar un lugar que por años le ha dado tanto al país.