En el olvido, la escuela primaria rural, Miguel Hidalgo y Costilla de la comunidad de Santa María de Toris.
Francisco Julián Muñoz Higuera, director de dicho plantel educativo ha hecho un llamado de auxilio a las autoridades ante la difícil situación que enfrenta la niñez de esta comunidad.
“Los baños son abiertos y son nido de avispas, de los dos que hay solo uno funciona, y tira el agua, por un lado, los niños lo pisan y se llenan de aguas negras. Los salones no tienen luz, aunque igual no hay abanicos, algo para prender las computadoras, ni nada electrónico para dar una educación más diversa e inclusiva. La escuela carece de materiales y hasta de pizarrones” .
El docente apenas llegó el mes de agosto a esta escuela rural, misma que relata, la encontró llena de basura y olvidada, ha sido quien poco a poco se ha encargado de limpiarla para que menores tengan una mejor calidad educativa. Destaca que desde hace tiempo se les ha pedido apoyo a las autoridades educativas municipales y estatales, pero no han logrado que se les voltee a ver.
“Hay solicitudes de los daños que hay en el plante desde hace 2 años o más y solo te piden enviar oficios y más oficios, ya son 15 oficios que yo he emitido a la Secretaría de Educación Pública; área de primarias; programación y presupuesto; a supervisión; al jefe de sector; Ayuntamiento; diputados y regidores; a Edgar Ruelas nuestro director de primarias. Hasta lo he enviado a su nuevo programa de Renec, que es el registro de necesidad y nada”.
En este plantel educativo estudian 13 menores de edad de todos los grados, hay niñas y niños que tienen que desplazarse desde ranchos a más de 20km para recibir el servicio educativo sin tener las condiciones idóneas para recibir su educación.
“Solo vueltas, largas y hoy me salieron que como sale en medio millón de pesos, ahora el gobernador debe autorizar, pero ¿medio millón por pilas? Eso es un robo al pueblo”.
El docente Francisco Julián Muñoz Higuera, vive en este plantel educativo sin luz, aunque asegura, le importa más el servicio educativo, sus estudiantes tienen que tomar clases afuera de los salones ante la falta de electricidad, a la vez, es un riesgo debido a que las moscas y mosquitos pueden propiciar enfermedades en menores.
“Nuestra escuela es un foco de infección constante pero como nos encontramos en la sierra no les interesa ayudar, solo dan largas”.
Finalmente, hicieron un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno para que volteen a ver a este plantel educativo que se encuentran operando en pésimas condiciones violentando con ello el derecho de las niñas, niños y adolescentes a recibir una educación de calidad que contribuya al conocimiento de sus propios derechos, basada en un enfoque de derechos humanos y de igualdad.