A una semana del incendio y hundimiento de la embarcación "Foritus" en el Área Natural Protegida de Balandra cuyos restos aún se encuentran sumergidos en la zona arrojando materiales contaminantes al mar como una estela en la que a contraluz se puede observar como sigue emanando diésel.
El Director Operativo de la Red de Observadores Ciudadanos Alberto Guillén Guadarrama informó que hasta el día 24 de agosto, se estaban retirando los residuos de cenizas revueltas con combustible y aceite.
“Sabemos en donde fue el hundimiento, sabemos que la playa del hongo fue una de las más afectadas sabemos que hubo afectaciones menores en otras y sabemos que se hizo las labores de limpieza parte de la arena de la playa “ Alberto Guillén
Mencionó que si se tiene contacto con el diésel la piel arde, mientras que el contacto con la fibra de vidrio ocasionaría una picazón persistente como una comezón muy grande, Al estar diluyéndose con el agua quien se meta a nadar en esa zona seguramente la va a pasar muy mal, más si se trata de personas con mayor sensibilidad derivada de alergias las cuales muy probablemente se incrementarán exponencialmente, por lo que el cierre del área sigue indeterminado.
En las redes sociales los ciudadanos han compartido imágenes en las que puede apreciarse como los hidrocarburos se han extendido hasta la zona de San Rafaelito, mejor conocida como La Lobera, lugar que anida a cientos de lobos marinos cuyo periodo de reproducción y crianza es justamente de junio a agosto.
Sobre el mismo tema, Leonardo Santamaría, docente del Departamento Académico de Ciencias y Costeras de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, comentó que el combustible o diésel se impregna el medio ambiente, lo que puede ocasionar daños para la salud al contaminar especies comerciales como la almeja. Este tipo de organismos bivalvos filtran y retienen compuestos, por lo cual para el consumo humano puede llegar a causar algún daño en la salud.