Alrededor de 30 familias que habitan en la comunidad de El Carrizal, sin energía eléctrica, con servicios deficientes en agua potable y recolección de basura. Hoy se enfrentan a un nuevo problema, las lluvias.
Juana Cabrera, que tiene 8 años viviendo en la zona del Carrizal, narró a este medio de comunicación como ante las recientes lluvias sus casas ya se encuentran inundadas. Autoridades no se han acercado, mientras sus hogares se encuentran entre lodo y agua.
“No nos han dado solución, hemos pedido ayuda y nada, ahorita nada más nos dicen que es el tiempo, que es normal por la naturaleza, que aguantemos y nos llegará la ayuda, pero como le digo yo al señor delegado: queremos hechos no palabras. Ya nos cansamos de pedirle ayuda, apoyo y no nos ha solucionado nada, tenemos muchos problemas en esta zona de El Carrizal”. Juana Cabrera.
Señalan que, Santa María, ubicado en la comunidad de El Carrizal, por años ha sido invisibilizada, el hartazgo y la desesperación crece ante el nulo apoyo que reciben. En este lugar habitan familias de jornaleros, desde hace poco más de 8 años se asentaron este sitio.
Hoy sus hogares se encuentran inundados. Relatan que esto se debe a que, personas que trabajan en el cultivo, para no perder sus cosechas, desviaron el agua y esta les está llegando a sus casas, con solo dos lluvias ya tienen grandes afectaciones.
“Nos inundamos, se mojaron todas nuestras cosas, se enterraron las colchonetas, las cobijas, la ropa de nuestros hijos e hijas menores, algunos muebles que tenemos, todo eso se afectó por el agua que corrió, parecía un arroyo, ahorita la verdad no tenemos nada, aquí no hay luz, no hay agua esa la ponen cada 15 o cada mes, cuando se le antoja a ellos venir a dejar el agua. Y es que si, la verdad nos tiene muy abandonados, la colonia está muy abandonada” Isabel de la Cruz.
Hay quienes, como María Fernanda, perdieron hasta la colchoneta donde dormían, ahora debe dormir en el piso, como muchos otros ciudadanos que relatan, el agua les dejó sin cama.
“Se mojaron mis cobijas, mi colchón, la ropa, ahora duermo en el suelo. Aquí en mi casa vive mi abuelito, mi mamá, papá, mis hijos. El agua llegaba hasta arriba, hasta mi cama”
Cansados de la indiferencia, familias decidieron alzar la voz para visibilizar su caso, mismo que puede agravarse de no ser escuchado. Tan solo va una semana que iniciaron las lluvias en el estado y les preocupa seguirse quedando sin su patrimonio.