La caída del cabello suele ser normal cuando es de forma moderada. No obstante, le caída excesiva puede indicar algún problema en tu organismo, tal como la falta de vitaminas. Te explicamos.
Hay diversos factores, tales como estrés, cambios hormonales o una alteración en la absorción de nutrientes, que propician la caída de cabello.
De acuerdo con expertos, la vitamina D es esencial para el correcto funcionamiento del organismo, ya que influye en diversas áreas como la salud ósea, el sistema inmunológico e incluso el bienestar mental.
Sin embargo, recientes investigaciones han señalado un vínculo entre la deficiencia de esta vitamina y la caída del cabello.
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¿Qué es la vitamina D?
La vitamina D se obtiene en un 80 por ciento por la radiación solar y en solo un 20 por ciento por la alimentación. Es una de las vitaminas con mayor déficit ya que sus niveles dependen de la exposición solar, de la latitud donde estamos, del uso de fotoprotectores y muchos otros factores.
Esta vitamina participa en el desarrollo de los queratinocitos (células principales en la piel y formadoras de queratina, un elemento fundamental en el cabello).
Asimismo, contribuye directamente a la creación de folículos pilosos, es decir, estructuras microscópicas en la piel donde crece el cabello.
Por el contrario, una deficiencia en esta vitamina puede llevar a la inactividad de los folículos, lo cual causa un debilitamiento progresivo del cabello y la pérdida en áreas específicas.
El déficit de vitamina D también está ligado a la alopecia areata, un tipo de caída de cabello que ocurre formando una especie de parche y de origen autoinmune.
¿Cómo evitar la deficiencia de vitamina D?
Para evitar la deficiencia de vitamina D especialistas recomiendan:
- Exposición directa al sol entre 10 y 15 minutos diariamente.
- Consumir alimentos como huevo, lácteos fortificados, pescados grasos (salmón, atún, caballa) y champiñones.
- Tomar suplementos bajo supervisión médica.