Bañarse es una actividad que la gente realiza con frecuencia, sin embargo, en ocasiones surge la pregunta del millón: ¿es mejor ducharse con agua fría, caliente o tibia? Cada una de las opciones mencionadas tiene tanto sus ventajas como sus desventajas.
Es por ello que a continuación, te contaremos cuál es la mejor alternativa para tu salud, así podrás elegir correctamente la temperatura ideal del agua con la que te bañas.
Beneficios de bañarse con agua caliente
Existen personas que les gusta bañarse con el agua caliente en su día a día, pero, ¿cuáles son las ventajas? Estos son los beneficios, según el Hospital Universitario Ntra. Sra. del Rosario:
- Ayuda a aliviar las tensiones musculares
- Sirve para las contracturas cervicales o lumbares
- Es buena para la relajación muscular
- Nos ayuda a dormir si te bañas de noche
- Da sensación de comodidad
Eso sí, debes de tener cuidado de bañarte muy seguido con agua muy caliente, pues los dermatólogos señalan que esto puede provocar resequedad en tu cuero cabelludo o en la piel, causando caspa o resequedad, así como hinchazón.
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Beneficios de bañarse con agua fría
Por otra parte, están aquellos que disfrutan de las duchas con agua fría. Aquí te dejamos sus beneficios:
- Funciona como un analgésico
- Produce endorfinas, sustancias que ayudan para el dolor y dan bienestar
- Mejora la circulación de la sangre
- Es buena para las várices
En caso de que no estés acostumbrado al agua fría, pero quieres ducharte, debes hacerlo paulatinamente. Poco a poco ve sintiendo el agua para que tu cuerpo se adapte.
Beneficios de bañarse con agua tibia
También existe gente que prefiere ducharse con el agua ni tan caliente ni tan fría, es decir, tibia. Estas son sus ventajas:
- Es menos agresiva para la piel que el agua muy caliente
- Proporciona bienestar para aquellas personas que no toleran el agua fría
- Es cómoda para la mayoría de la gente
¿Cuál es mejor, el agua caliente, fría o tibia?
La mejor temperatura del agua para bañarse depende de tus necesidades y preferencias personales. El agua fría es excelente para mejorar la circulación, mientras que el agua caliente es ideal para la relajación. El agua tibia ofrece un equilibrio entre ambos, proporcionando confort.