El baño diario es una práctica esencial en la rutina de higiene personal de cualquier individuo. Aunque el acto de bañarse pueda parecer simple, el uso de jabón es un componente clave que no debe subestimarse. Sin embargo, no todos los jabones son iguales, algunos pueden provocarte irritaciones o tener una menor calidad para disolver la mugre.
Además, no sólo es importante saber elegir un buen jabón, sino que también hay que tener en cuenta que, para su elaboración, no se hayan usado animales para realizarles pruebas. De acuerdo a Profeco, dos de estos productos comprobaron que no incurrieron en esta practica: los jabones de Dove y de Kleenex.
Las pruebas en animales surgieron como una forma de garantizar la seguridad de los productos para el consumo humano. La industria del jabón, al igual que otros sectores de cosmética y cuidado personal, ha utilizado estos métodos para evaluar la irritación de la piel y otras reacciones adversas.Sin embargo, el creciente interés por los derechos de los animales y la ética en el consumo ha llevado esta cuestión al centro del debate público.
El movimiento hacia productos libres de crueldad ha ganado fuerza en todo el mundo. La Unión Europea lidera el camino con una prohibición total de pruebas cosméticas en animales. Otros países siguen su ejemplo, implementando regulaciones similares o apoyando el desarrollo de productos cruelty-free.
Estos jabones para bañarse no fueron experimentados en animales, según Profeco
La discusión sobre la prueba de jabones en animales es parte de un movimiento más amplio hacia el consumo ético y responsable. Mientras que algunas regulaciones todavía la exigen, la industria está progresando hacia alternativas más humanas. A medida que el público se vuelve más consciente y exigente, se espera que la tendencia continúe hacia la eliminación total de estas prácticas.
Seleccionar productos que no hayan sido probados en animales no solo ayuda a proteger a estos seres vivos, sino que también promueve un cambio hacia métodos científicos más avanzados y éticos.
En un estudio de Profeco realizado en 2023, se halló que los jabones de Dove y de Kleenex, además de que cumplieron con la calidad requerida, así como con los niveles de alcalinidad, sales y grasas necesarios, también demostraron que no fueron probados previamente en animales.
El jabón de Dove, elaborado en Alemania, tiene un precio promedio por unidad de 23 pesos, tiene un selló de la organización PETA, Personas por el Trato Ético de los Animales, debido a su compromiso en contra de la crueldad en contra de seres vivos.
En tanto, el jabón de Kleenex, el cual es elaborado en México y tiene un precio promedio de 16 pesos por pieza, también cuenta con el reconocimiento de no haberse probado en animales para su elaboración.
La importancia de no usar jabones elaborados con crueldad animal
Para asegurarte de que un jabón no ha sido probado en animales, busca certificaciones como "Cruelty-Free", otorgadas por organizaciones acreditadas. Algunas marcas también ostentan sellos de asociaciones como Leaping Bunny o PETA, que garantizan que el producto y sus ingredientes no han sido testeados en animales.
Elegir jabones que no se han probado en animales es una decisión consciente que refleja una ética de consumo más informada y compasiva. No solo contribuyes a la lucha contra la crueldad animal, sino que también apoyas prácticas más sostenibles y responsables. A medida que crece la disponibilidad de productos libres de crueldad, hacerse consciente de estas opciones y optar por ellas no solo beneficia a los animales, sino también al bienestar personal y al medio ambiente.