Si algo caracteriza a la cocina mexicana es su emplatado o ¿apoco te imaginas un pozole sin su respectivo plato de barro? Y es que conforme la innovación culinaria avanza, hay algunos elementos que son irremplazables.
Uno de ellos son los platos de barro en la cocina, una práctica ancestral que ha resistido el paso del tiempo gracias a sus cualidades y propiedades únicas. Y aunque en muchas cocinas modernas se han reemplazado por materiales más industrializados, el barro sigue siendo el preferido en diversas regiones de México y el mundo. Pero ¿qué es lo que hace tan especial a este material? ¿Sera que la da un sabor único a la comida?
Platos de barro y su ‘toque especial’ en la cocina
Desde tiempos prehispánicos, el barro ha sido el material favorito para la elaboración de utensilios de cocina en muchas culturas. Y es que es un material poroso que permite una cocción uniforme, lo que ayuda a resaltar aún más los sabores naturales de los ingredientes. Además, tiene la capacidad de retener el calor por mucho más tiempo a diferencia de otros materiales, lo que es ideal para guisos y sopas.
Pero a todo esto ¿realmente el barro le da un mejor sabor a la comida?
Una de las razones por las que los platos de barro pueden alterar favorablemente el sabor de los alimentos es su composición mineral. Ya que el barro contiene arcilla, sílice y otros minerales que, al estar en contacto con la comida, pueden liberar pequeñas cantidades de micronutrientes que enriquecen el sabor del platillo.
Además, el barro es ligeramente alcalino, lo que puede equilibrar la acidez de ciertos ingredientes, suavizando el sabor y hacerlo mucho más armonioso. Este efecto es particularmente notable en platillos que requieren largas cocciones, tales como el típico mole, pozole o algunos adobos.
Por último pero no menos importante, otro factor que nos hace percibir un sabor único en los platillos que son preparados o emplatados en utensilios de barro se debe a una percepción meramente psicológica y es que además de en restaurantes ¿dónde más encontramos estos utensilios? Pues nada más y nada menos que en las cocinas de nuestras abuelitas y como no es ningún secreto que la comida de las abuelitas es la mejor, al ver este tipo de platos u ollas, nos recuerdan y dan la sensación de estar en nuestro hogar probando esa comida con sazón inigualable.
Así que si, el uso de platos de barro en la cocina si puede llegar a alterar ligeramente el sabor de las comidas, para bien, dándole un toque y sabor único. Y no es simplemente una cuestión de nostalgia o estética, sino una elección consciente de utilizar materiales de calidad. Su capacidad para retener el calor y su interacción mineral con la comida hacen del barro un elemento indispensable en la cocina tradicional y claro, en la moderna. – Con información de El Mañana.