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La 'herencia' de Tenochtitlán: desentrañan por qué la CDMX se inunda y tiembla (MAPAS)

La ciudad de Tenochtitlán era una ciudad perfectamente habituada a su entorno.

¿Sabes por qué la ciudad de Tenochtitlán se estableció en lo que ahora es el Valle de México? Te contamos. Créditos: Thomas Kole
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El centro y capital de México está construido sobre buena parte de lo que era Tenochtitlán, antigua ciudad mexica, y pese al paso de los siglos, su herencia continúa presente con las inundaciones y la sensación de los fuertes temblores. Pero, ¿por qué los Aztecas construyeron su civilización donde actualmente está la CDMX? Te contamos. 

Y es que como seguramente has escuchado, una de las leyendas cuenta que Huitzilopochtli, dios del sol, le dijo a los mexicas que fundaran su ciudad donde vieran que había "un águila parada sobre un nopal devorando una serpiente".

Pese a que esta es una de las versiones de la llegada al Valle de México, lo cierto es que en un principio el sitio se llamó Cuauhmixtitlan y luego de que murieran Tenoch, último líder de las migraciones mexicas, se le puso Tenochtitlán, de acuerdo con información del Gobierno de México. 

Aunque el establecimiento y auge de esta ciudad en la zona mencionada pudo deberse a aspectos mucho más prácticos: el agua. 

La importancia de los lagos en Tenochtitlán... y los dolores de cabeza de la CDMX

Tomas Pueyo, ingeniero de la Universidad Stanford, resalta que Tenochtitlán era una gran isla situada en medio del Lago de Texcoco con dos centros urbanos y una verdosa y extensa periferia, además de que sus calzadas funcionaban como diques.  

Lagos como el de Chalco y Xochimilco eran dulces y provenían de otras zonas lacustres, mientras que el de Texcoco era salado; con la primera se construían chinampas tanto para la agricultura, que producían hasta siete cosechas al año, como para la vivienda. 

Tenochtitlán. Créditos: Thomas Kole

Al tener este tipo de estructuras, el transporte de las mercancías se hacía en canoas, pues los Aztecas no tenían bestias de carga. Aunque las zonas lacustres dulces se podían inundar del agua salada durante la temporada de lluvias y para evitarlo construyeron las calzadas.

Así estas edificaciones, mezclas de arena, cal, piedra y madera, dividían el lago de Texcoco y de Xochimilco. El agua dentro de las calzadas se volvía más dulce con el tiempo, lo que permitió la construcción de más chinampas en otras partes. 

Calzadas de Tenochtitlán. Créditos: UNAM CCH

Las calzadas también servían para permitir el transporte a pie mediante el lago, controlar inundaciones, traer agua dulce, así como facilitar el tráfico de las canoas. 

Asi se ven actualmente las chinampas en Xochimilco. Créditos. Pixabay

Por su parte, la zona norte de Tenochtitltán, donde estaba Tlatelolco, tenía el mercado más grande de América que llegaba a ser visitado entre 20 mil y 40 mil personas al día y hasta 60 mil en el día especial, precisa Pueyo. 

Así esta ciudad, habitada por 200 mil personas en su momento de mayor auge, tenía fuertes defensas con su lago, agua para riego, agricultura, calzadas para aprovechar el agua, transporte en canoas y una orientación basada en la geografía y condición climática local. 

Pero Tenochtitlán, cuya fundación se estima en el año de 1325, cayó en el año de 1521 y emergió una enorme ciudad que no se habituó a su entorno, motivo por la que se inunda y los temblores se sienten con tanta fuerza.