Las chinches son una plaga muy difícil de eliminar debido a su capacidad de esconderse en grietas y hendiduras. Y aunque existen muchos insecticidas, el problema viene cuando se infesta la ropa y no puede ser rociada con químicos.
Si es tu caso, aquí te contamos cuánto tiempo debes dejar la ropa al sol o el calor para asegurar la eliminación de las chinches.
¿Qué hacer si tengo chinches en mi ropa?
Debido a los químicos, los insecticidas no se pueden aplicar en artículos para el hogar como juguetes, ropa, zapatos o ropa de cama.
De acuerdo con el Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor de Virginia, el calor es eficaz para matar a las chinches y, la mejor parte, es que se puede utilizar de muchas maneras.
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Debido a que el calor no es tóxico y puede matar todos los estados de desarrollo de las chinches, es una de las mejores opciones para tratar prendas de ropa infestadas.
¿Cuánto tiempo debe estar al sol la ropa con chinches?
Lo primero que debes saber es que la muerte de las chinches depende de dos factores: temperatura y tiempo de exposición.
Para matar a las chinches en la ropa con calor -o el sol-, las prendas deben ser expuestas a 45 grados Celsius durante 90 minutos.
También pueden morir en 20 minutos si son expuestas a 47.7 grados; pero, si buscas una eliminación eficiente de las chinches -incluso de los huevos- hay que exponer las prendas a dicha temperatura por 90 minutos.
Si buscas eliminar a las chinches de la ropa con el sol, los expertos recomiendan colocar las prendas en una bolsa -y si es negra mejor-, ya que esto simulará una cámara de calor.
Así puedes eliminar a las chinches con la secadora de ropa
Además del sol, otra de las mejores soluciones para la eliminación de las chinches en las prendas es la secadora de ropa.
Una secadora llena, a temperatura alta, es capaz de matar todos los estados de desarrollo de las chinches, aún la etapa de huevo, en tan sólo 30 minutos.
En el caso de los zapatos de cuero, bolsos, adornos, e incluso libros, es necesario aumentar el tiempo de secado para asegurarse de que todos los artículos lleguen al punto de muerte térmica.