¿Quieres preparar un pollo frito delicioso que compita con el famoso KFC? Aquí te contaremos sobre un truco que utiliza Coca-Cola para darle un sabor único y crujiente.
Este método no solo promete un sabor espectacular, sino que también asegura una textura crujiente y jugosa en cada bocado.
¿Cómo hacer pollo KFC?
A continuación, te presentamos la receta completa para que puedas sorprender a todos con este delicioso platillo, cortesía del usuario de Instagram @recetasfityricas.
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Ingredientes necesarios:
- 500 ml de Coca-Cola
- 2 huevos
- 50 ml de agua
- 250 gramos de harina
- 250 gramos de maicena
- 7 gramos de pimiento dulce
- 10 gramos de sal
- 5 gramos de orégano
- 7 gramos de pimienta negra
Preparación:
En un recipiente, coloca las piezas de pollo que vas a usar en tu receta. Se sugiere que sean seis muslos. Agrega la Coca-Cola y deja reposar durante al menos 30 minutos. Este paso permite que el pollo absorba el sabor dulce de la bebida, lo que le dará un toque especial.
Retira las piezas de pollo de la Coca-Cola y sécalas con una servitoalla. Es importante que estén bien secas para que la mezcla para empanizar se adhiera correctamente.
Prepara la mezcla para empanizar:
- En un recipiente, mezcla los huevos y el agua.
- En un recipiente diferente, combina la harina, la maicena, el orégano, el pimiento dulce y la pimienta negra.
- Vierte un poco de esta mezcla seca en el recipiente donde tienes los huevos, mezclando bien. El resto lo usarás para empanizar cada pieza de pollo.
Primero, sumerge los muslos en la mezcla de huevo y luego pásalos por la mezcla de harina y maicena. Asegúrate de que cada pieza esté bien cubierta.
Calienta aceite en una sartén profunda. Una vez listo, fríe las piezas de pollo hasta que estén doradas y crujientes. Asegúrate de que el pollo esté bien cocido por dentro.
Una vez cocido, retira el pollo del aceite y déjalo reposar sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. ¡Listo! Ahora puedes disfrutar de un delicioso pollo frito que sabe igual, o incluso mejor, que el de KFC.
Este truco con Coca-Cola no solo añade un sabor único al pollo, sino que también ayuda a lograr una textura increíblemente crujiente.
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