Seguro a ti al igual que a muchas otras personas, se te rompió el corazón al ver el video que se hizo viral de una tortuga sufriendo debido a un popote atorado en su nariz. Este video nos hizo reflexionar a todos sobre el uso de este tipo de materiales, haciéndonos buscar opciones más amigables con el medio ambiente.
Los popotes de agave son una propuesta reciente que se ha posicionado como una alternativa prometedora a los tradicionales popotes de plástico. Estos nuevos popotes no solo están hechos de un recurso renovable, sino que también se degradan hasta 200 veces más rápido que los popotes convencionales y otros materiales biodegradables.
¿Qué son y cómo funcionan los popotes de agave?
Primero, cabe resaltar que un popote de plástico puede tardar entre 200 y 500 años en descomponerse por completo y durante este periodo de tiempo, pueden fragmentarse en microplásticos, contaminando océanos y afectando tanto la vida marina como la terrestre.
Por otro lado, los popotes de agave están hechos de una planta nativa de México conocida principalmente por ser el ingrediente base del tequila y ahora también está siendo aprovechada para la fabricación de estos popotes biodegradables. Empresas como José Cuervo ahora reciclan los residuos del agave, mismos que antes eran desechados después del proceso de extracción de sus jugos.
¿Cuánto tardan en degradarse y que los hace diferente a los demás?
Los popotes de agave se destacan por su excelente capacidad de degradación. Incluso, algunos estudios han demostrado que estos popotes pueden descomponerse en aproximadamente 3 a 6 meses, a diferencia de los popotes de plástico que tardan hasta 200 años en degradarse.
En comparación con otros materiales biodegradables, como los popotes de papel y los de bioplástico, los popotes de agave también muestran ciertas ventajas. Por ejemplo, los popotes de papel suelen descomponerse en un plazo de 30 a 60 días, pero su durabilidad y funcionalidad son limitadas, especialmente si hablamos de bebidas calientes.
En cambio, los popotes de agave son más resistentes y pueden usarse en bebidas tanto frías como calientes y a su vez, no alterar su sabor de las bebidas. Asimismo, su producción contribuye a la economía circular, aprovechando los residuos de la industria tequilera y reduciendo así el desperdicio o contaminación del ambiente, ya que muchas empresas suelen incinerar las pencas, produciendo contaminación en el aire.
Así que ya lo sabes, los popotes de agave representan un avance significativo en la lucha contra la contaminación por plásticos, ya que además de su capacidad para degradarse en menos de un año y su origen de un recurso renovable, este material también puede y ha sido aprovechado para crear otros productos como instrumentos musicales, tablas de surf, entre otros, contribuyendo así a un planeta mucho más limpio y sostenible. – Con información de Cuervo.com.mx.