Tener plantas de interior o un pequeño huerto es una gran manera de invertir el tiempo libre, pues la vegetación ayuda a purificar el aire y a armonizar el hogar. Sin embargo, hay que prestar mucha atención a nuestras plantas y macetas, ya que existen muchas plagas que podrían terminar con ellas, tales como los caracoles, babosas y tlaconetes. Hoy te contaremos cómo puedes mantenerlos a raya.
¿Cómo eliminar los caracoles de mis macetas?
Si tienes problemas de plagas con caracoles, babosas o tlaconetes en tus macetas o en tu jardín, este truco de expertos te ayudará a eliminarlos para siempre y que no se propaguen a tus demás plantas.
Solo necesitarás hacer lo siguiente:
- Mezcla dos cucharadas de Vaselina con dos cucharas de sal refinada hasta que se forme una pasta homogénea.
- Con la ayuda de tus dedos o una cuchara, aplica esta mezcla en la parte superior de tus macetas o jardineras, para evitar que los caracoles o babosas se sigan moviendo y reproduciendo.
Y listo, así de fácil lograrás que los caracoles, babosas y tlaconetes no arruinen tus plantas.
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¿Qué pasa si una planta tiene caracoles?
Aunque los caracoles y las babosas son inofensivos para los seres humanos, en el jardín se pueden convertir en plagas.
Estos animales se alimentan de plantas, pueden aparecer haciendo agujeros en las hojas, comiéndose los retoños, plantas recién nacidas y las frutas que crecen cerca del suelo, tales como las fresas.
Es por eso que, si quieres que tus plantas crezcan grandes y fuertes, es importante prestar atención sobre la presencia de caracoles o babosas, pues podrían perforarla por completo y hacer que se muera.
¿Qué puedo hacer para eliminar los caracoles y babosas?
Lo más fácil es poner manos a la obra para eliminar estas plagas, puedes hacer lo siguiente:
- Retirar los caracoles y las babosas con la mano: riega la zona infestada en la tarde, un poco antes de que se comience a oscurecer. Una vez que oscurezca, ponte guantes y con la ayuda de una linterna deberás encontrar los caracoles o babosas.
- Tira los caracoles y babosas: Colócalos en una bolsa de plástico y échalos a la basura, o bien, puedes ahogarlos en una cubeta con agua y jabón y una vez que estén muertos, échalos en tu bote de abono.
Así, podrás asegurarte de que ni los caracoles, babosas o tlaconetes interfieran con el crecimiento de tus plantas.