El Observatorio del Juego Infantil ha elaborado un "menú saludable" que prioriza las actividades al aire libre y espontáneas con los niños y niñas durante las vacaciones de verano.
Sumado a lo anterior, recuerda el papel vital que desempeña el juego para el desarrollo de las y los 'peque', ya que contribuye a su bienestar psicológico, emocional y social.
El “plato Harvard” del juego
1. Juego de exteriores
Estos juegos representan un 40% del total y son aquellos que se hacen en el parque, la calle, la playa o la piscina. Son aquellos donde los niños deben negociar a qué van a jugar y decidir las normas. Están asociados a la práctica de psicomotricidad gruesa.
La psicomotricidad gruesa, explica Silvia Álava, psicóloga sanitaria en la rama educativa, está relacionada con el control general del cuerpo y se practica a través de juegos como las correteadas, escondidas o los columpios, que desarrollan habilidades motoras.
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2. Juegos libres de tipo simbólico
El juego libre constituye un 25% y suele realizarse en espacios interiores. Es de tipo simbólico pues se desarrolla a través de juguetes como muñecos o disfraces. No sigue ningún tipo de normas, sino que son los niños los que las van decidiendo y cambiando.
Además, este tipo de juegos fomentan la psicomotricidad fina, que está relacionada con movimientos más complejos que se realizan con los dedos. Algunos ejemplos son dibujar, escribir, vestir y desvestir al muñeco… Es un trabajo de coordinación óculo-manual donde se desarrollan destrezas más precisas, explica Silvia Álava.
3. Juegos reglados
Con un 25 % , son aquellos que deben seguir una serie de instrucciones y turnos. Algunos ejemplos serían el ajedrez, la oca, el parchís y los juegos de cartas. Mediante estos aprenden a interiorizar normas, que más adelante pueden resultar fundamentales para la adquisición de los límites que rigen la vida en sociedad, aparte de diseñar estrategias y aprender a ganar y a perder.
4. Juegos tecnológicos
Estos son una proporción mínima y Silvia Álava los compara a cuando en la dieta consumimos azúcares, que tienen que estar presentes pero de forma esporádica.
El tiempo recomendado depende de la edad, pero debería ocupar un 10 % respecto al resto de juegos. También hay que tener en cuenta el tipo de juego pues no es lo mismo que esté enfocado a aprender algo a que consista en un contenido más violento.
Por eso es importante seguir el indicativo del Código PEGI, que dice cual es la edad recomendada para dicho juego, aunque la psicóloga observa que los niños suelen meterse en juegos que no se corresponden con su edad.
¿Qué es el Observatorio del Juego Infantil?
El Observatorio del Juego Infantil es un instrumento de la Fundación Crecer Jugando dedicado al seguimiento, vigilancia y control de la aplicación de los derechos recogidos en dicha Convención. Su labor consiste en recopilar y contribuir a la difusión de todos los estudios e investigaciones cuyo contenido versa sobre el valor del juego y los juguetes.