Si tu perrito es amante de comer sus propias heces debe saber que hay una fruta que evitará que lo siga haciendo, si quieres saber de cuál se trata entonces sigue leyendo.
Algunos perritos disfrutan de comer sus propias heces, sin embargo se trata de una práctica poco higiénica conocida como coprofagia que a la larga podría traer problemas de salud para tu lomito.
¿Cómo quitar la coprofagia a un perro?
Hay una fruta que te puede ayudar a solucionar este problema. Antes que nada es importante recordar que debes visitar al veterinario ante cualquier situación que se presente con tu perrito.
Dicho lo anterior, se ha descubierto que la piña puede ser una aliada invaluable para prevenir la coprofagia, es decir, la ingesta de heces por parte de los canes.
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Este hábito, aunque desagradable para los dueños, puede abordarse de manera sencilla mediante la inclusión de esta fruta en la dieta de la mascota.
La piña, al igual que otros frutos, es segura para el consumo de los perros, siempre y cuando se administre con moderación, detalla el usuario de Tik Tok @chemanimals, quien constantemente da tips de cuidado de mascotas.
Esta fruta es rica en fibra, vitaminas y minerales. Sin embargo, es importante recordar que su consumo debe ser ocasional y siempre en porciones controladas para evitar problemas digestivos.
Al ofrecer piña a tu perro, es crucial asegurarse de que se evite la cáscara, ya que esta parte de la fruta puede ser difícil de digerir y causar malestar estomacal. Dicha fruta debe ser servida en trozos pequeños..
El efecto de la piña en el tracto digestivo del perro es clave para combatir la coprofagia. Una vez ingerida, la fruta modifica el sabor y el aroma de las heces, volviéndolas desagradables para el perro. Esto reduce significativamente la posibilidad de que el animal quiera consumirlas nuevamente.
¿Por qué mi perro come sus heces?
@Chemanimals explica que es fundamental comprender que la coprofagia puede tener diversas causas, entre ellas el estrés y la ansiedad.
Si bien la piña puede ser un recurso útil, es esencial abordar cualquier factor subyacente que pueda estar contribuyendo a este comportamiento.
Como siempre, antes de hacer cualquier cambio en la dieta de tu mascota, es recomendable consultar con un veterinario. Un profesional podrá ofrecer orientación personalizada y asegurarse de que la salud y el bienestar de tu perro estén siempre en primer lugar.
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