Existen árboles frutales que las personas pueden cultivar en sus casas dentro de macetas, pero para todas aquellas que cuentan con un mayor espacio y les gustan las jacarandas, a continuación les decimos cómo pueden plantar una, además de los cuidados básicos que requieren para crecer, dar sombra y florecer durante cada primavera.
La jacaranda es un género de árbol y existen por lo menos 50 especies, las cuales alcanzan de los 2 a los 30 metros de altura. Suelen florecer durante la primavera -aunque algunas especies también lo hacen en otoño-; las flores cuentan con un tono azul violáceo y una forma tubular. Mientras que el fruto mide entre 5 y 7 centímetros.
¿Cómo plantar un árbol de jacaranda?
El primer paso es obtener el fruto maduro de la jacaranda, que tiene un aspecto café y se puede dividir a la mitad. Enseguida, las personas deben acudir a algún vivero o local de plantas a comprar tierra negra (de preferencia), junto a un poco de hojarasca, de igual modo es importante comprar una maceta pequeña, el fondo de una botella o un recipiente de plástico.
Cuando las personas cuenten con todos los materiales, deben abrir el fruto de la jacaranda a la mitad con sumo cuidado, para así retirar las semillas y ponerlas a remojar durante tres días en agua a temperatura ambiente, de acuerdo con Huerto Perma Verde, un canal de YouTube con más de 16 mil suscriptores.
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Luego de los tres días, las personas deben llenar el recipiente con tres cuartos de la tierra y luego agregar un par de semillas por maceta. con el objetivo de que alguna de las dos nazcan. El periodo para que germinen dura alrededor de un mes, siempre y cuando, nunca le falte agua; el sustrato nunca debe estar húmedo; deben estar a una temperatura de 15 a 25 grados.
¿Cuáles son los cuidados que requiere un árbol de jacaranda?
Para que un árbol de jacaranda llegue a su 'etapa adulta' y desarrolle sus flores violáceas, requiere de varios cuidados a lo largo de su crecimiento: el primero y más importante es regalo con abundante agua al menos una vez por semana, sobre todo en el caso de las especies que florecen durante la primavera o el otoño.
Durante sus primeras etapas, la jacaranda debe contar con un buen drenaje, es decir, una barrera que la contenga -como una maceta- en contra de los hongos, ya que estos pueden afectar a las raíces y frustrar su desarrollo. El suelo donde va a crecer tiene que ser profundo y contener alguno de estos materiales: arena, marga o arcilla, de acuerdo con Ecología Verde.
Tener una jacaranda implica contar con un área de al menos seis metros para que se desarrolle de manera adecuada, ya que sus raíces llegan a romper el suelo. Asimismo es importante que cuente con luz directa del sol, pues estimula su desarrollo; el árbol nunca debe estar a temperaturas por debajo de los 5 grados.