Las rosas, también consideradas como las reinas absolutas de las flores, son las más populares a nivel mundial y se han convertido en grandes fuentes de inspiración y en un emblema del amor, gracias a su belleza, colores y fragancia tan particular.
Las rosas siempre dominarán con su encanto tu jardín, por ello, te presentamos una guía definitiva para que cuides esta especie y puedas disfrutar mucho más de su presencia en cualquier parte de tu hogar.
La rosa es el nombre de la flor del rosal, un arbusto que pertenece a la familia botánica de las rosáceas, y cuya particularidad es ser vistosas y aromáticas. En la actualidad, se conocen aproximadamente 350 especies de rosas, lo que las convierte en una especie sumamente relevantes para la jardinería. Además ¡ocupan el primer puesto en el podio de las flores más vendidas en el mundo!
Guía definitiva para cuidar las rosas de tu jardín y que siempre estén sanas
Estas flores son conocidas por su belleza y fragancia, poseen pétalos suaves y aterciopelados, que varían de forma y color, incluyendo rojo, rosa, blanco, amarillo, naranja, violeta y muchos más.
En el jardín, terraza, patio o incluso en el balcón, si tus rosas cuentan con un lugar soleado y protegido y, preparas adecuadamente el terreno donde van a crecer, te recompensarán con una maravillosa floración en cualquier clima. Aquí te contamos cómo hacerlo.
1. Ubicación
Las rosas requieren grandes dosis de sol y un lugar protegido del viento y las frías temperaturas, sin embargo, debe estar aireado.
2. Terreno
Esta especie tolera la mayoría de suelos, salvo los húmedos. Pero crecen mejor en los suelos ricos en humus y compactos.
3. Plantación
Las rosas plantadas cultivadas en recipientes se pueden plantar en cualquier época del año. A raíz desnuda, solo en otoño o invierno.
Es importante que prepares el terreno tres semanas antes de plantar, cava hoyos grandes y añade materia orgánica bien descompuesta, y coloca el punto de injerto 5 centímetros por debajo de la superficie.
4. Riego
Tras la plantación y durante los primeros años, hay que regar mucho. Después, una vez arraigada, riégalas moderadamente.
5. Abonado
Hazlo a menudo con fertilizantes orgánicos e inorgánicos, ya que gastan muchos nutrientes en la producción de flores.
6. Propagación
Es posible a través de esquejes. Hay dos clases: semileñosos, que se toman en otoño, y leñosos, que se cortan antes del reposo del rosal.
¡Mantén tus rosas siempre sanas!
- No mojes las hojas: recuerda que el exceso de humedad en el follaje y las altas temperaturas favorecen el desarrollo del oídio, un polvillo blanco causado por hongos que infectará tu planta. No te olvides de aplicar un fungicida que eliminará o impedirá el crecimiento de hongos y mohos.
- Aplica preventivos: aplica un aceite mineral mezclado con fungicida para evitar la aparición de la roya, un hongo cuyas esporas se diseminan con el aire y la lluvia. Sabrás que se han desarrollado en tus rosales si aparecen en sus hojas hinchazones o manchas.
- Mantén a raya a los 'inquilinos': Utiliza insecticidas y acaricidas en tus ejemplares, a fin de evitar que sean atacados por ácaros y pulgones que pueden succionar la savia de los rosales hasta producir su muerte. Pero además, la melaza que producen atraerá a otras plagas. Otro método que puedes emplear es pulverizar con agua jabonosa.
La importancia de la poda
Este es un paso muy importante si quieres conservar durante mucho tiempo tus rosas.
El momento ideal para podar tu rosal es entre febrero y marzo, y como mucho en abril en zonas frías. Esto es muy relevante, ya que si se deja crecer de forma natural, se debilita y retuerce progresivamente, además sus flores se irán haciendo cada vez más pequeñas y escasas.
¿Cómo puedo hacerlo?
- Elimina las ramas y tallos muertos de tu rosal, y reduce las yemas de las ramas sanas para incrementar su vigor.
- El corte se hace a 6-8 milímetros por encima de un brote y debe ser inclinado para evitar que el agua de la lluvia quede retenida en la zona y la pudra.
- Los cortes deben realizarse con herramientas bien afiladas para que sean limpios.
Ahora lo sabes, aunque las rosas necesitan un gran terreno para desarrollarse bien, se pueden plantar en macetas y jardineras siempre y cuando cuenten con 3-4 horas de sol al día, que el recipiente sea grande y profundo para que las raíces crezcan correctamente; y que cuenten con un sistema de riego adecuado.