Tener árboles y flores en nuestro hogar siempre es una buena idea para decorar nuestro jardín y contribuir al cuidado del medio ambiente.
Una excelente opción son las gardenias cuya flor es fácilmente reconocible y admirada por su agradable perfume. Por ello, aquí te contamos cómo plantar tu propio árbol de gardenias para que crezca sano y repleto de flores.
Gardenias: flores bellas y perfumadas
La gardenia es un arbusto ornamental originario del sur de China, el cual posee follaje perennifolio y flores perfumadas de color blanco, lo que lo hace ideal para decorar tanto el exterior como el interior de nuestro hogar.
Sus hojas son perennes, es decir, se mantienen verdes y brillantes durante todo el año, y pueden ser ovales o con forma de lanza.
El arbusto de gardenia puede alcanzar una altura de hasta 2 metros si se dan las condiciones óptimas de cultivo y dependiendo de la variedad que sea. Sin embargo, si se planta en maceta, es difícil que supere el metro de altura.
¿Y sus flores?
Por supuesto que, la floración es lo que más caracteriza a la gardenia, ya que este arbusto produce flores blancas, similares a las rosas, y poseen un aroma muy agradable al olfato. Además, están compuestas por cinco sépalos y una corola con pétalos de color blanco.
Cabe destacar que la floración de esta especie sólo sucede 2 veces al año.
¿Cómo plantar mi árbol de gardenia para que crezca sano y repleto de flores?
La gardenia requiere de varios cuidados especiales para que dure por mucho tiempo en tu hogar.
Su ventaja es que puede cultivarse tanto en exterior como en interior. Aquí te explicamos cómo hacerlo.
Clima en el cultivo de las gardenias
Para su buen desarrollo, este arbusto requiere temperaturas cálidas por lo que el cultivo en macetas puede ser ideal, ya que durante el día puede permanecer en el patio o jardín, mientras que en la noche podemos introducirla dentro de nuestra casa, debido a que requiere temperaturas superiores a los 20 grados.
Toma en cuenta que si la cultivas en el jardín, es importante que exista un clima cálido. Su disposición puede ser a semi sombra, ya que la luz intensa con temperaturas muy altas pueden fastidiar el desarrollo total de sus flores.
Características del suelo para su cultivo
Lo más adecuado para su cultivo es un suelo con pH ácido y que drene bien, ya que de otra forma la gardenia tendrá carencias minerales.
Lo normal, es plantarla (tanto en maceta como en jardín) en una tierra con un pH de entre 4,5-5, 5. Esta especie agradecerá contar con un sustrato formado por una mezcla de turba, arena y materia orgánica (corteza fermentada).
Es muy importante no pasarse con el pH del sustrato, pues en caso de excederse las hojas podrían amarillear.
Riego y abonado
Se recomienda regar la gardenia 3 o 4 veces a la semana cuando hace calor, y como mucho dos riegos a la semana cuando hace frio. Además, el abonado es muy importante para garantizar que tenga una floración intensa y embellecedora.
Expertos aseguran que el mejor abonado para la gardenia es el líquido o bien si no es líquido, que su solubilidad con el agua de riego sea muy alta (abonos cristalinos).
¿Cómo podar mi gardenia?
Cuando veas ramas enfermas o flores secas, pódalas y recorta los extremos de los tallos durante el primer año de plantación y en su temporada de crecimiento.
Es importante que cortes muy bien hasta donde ha brotado la gardenia para luego promover aún más su crecimiento y poder obtener ramas nuevas. Procura hacerlo luego de su floración para que el tamaño y la forma de la planta estén controlados.
Así que ya lo sabes, con estos cuidados la vida de tu gardenia será más larga.
Recuerda que cada árbol plantado representa un pequeño pero valioso paso hacia un futuro más sostenible y verde.