En el vasto mundo de las bebidas carbonatadas, hay un debate que parece no tener fin y es… ¿por qué el refresco en lata sabe mejor que el de botella de plástico?
Los que suelen comprar este tipo de bebidas defienden a capa y espada sus preferencias por el sabor y es que aunque muchos afirman que más bien es una cuestión subjetiva, hay varias razones científicas y sensoriales que pueden explicar esta percepción del sabor de refresco.
Por ello, aquí te explicamos por qué el refresco de lata sabe mejor que el de plástico:
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Barrera contra el oxígeno y la luz
Una de las principales diferencias entre las latas y las botellas de plástico es su capacidad de cada material para actuar como una barrera. Las latas de aluminio son completamente opacas, lo que significa que protegen el contenido de la luz, un factor que puede degradar la calidad del refresco. Además, las latas ofrecen una barrera mucho más efectiva contra el oxígeno. El plástico, por otro lado, aunque es bastante impermeable, puede permitir una pequeña cantidad de intercambio de gases con el tiempo, lo que puede afectar de igual forma el sabor de la bebida.
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Revestimiento interno
Las latas de aluminio están “protegidas” por así decirlo, internamente con una capa de polímero que evita que el metal entre en contacto directo con el refresco. Este revestimiento asegura que el sabor no se vea afectado por el metal, permitiendo que el refresco mantenga su perfil de sabor original. En contraste, las botellas de plástico no requieren este tipo de revestimiento, pero el propio material plástico puede, en algunas circunstancias, interactuar con la bebida y alterar ligeramente su sabor.
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Percepción sensorial
El material de la lata enfría la bebida más rápido y la mantiene fría por más tiempo en comparación con el plástico. La sensación de beber un refresco bien frío de una lata puede mejorar la percepción del sabor, haciendo que se sienta más refrescante y satisfactorio. Además, aunque no lo creas, la sensación táctil del metal frío en los labios también puede influir en la experiencia de beber.
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Factores psicológicos y de experiencia
El famoso “todo es mental” también aplica en la percepción del sabor de los refrescos, ya que a menudo se asocian con nostalgia o incluso marketing, pues las preferencias de sabor se ven influenciadas por experiencias pasadas. Muchas personas asocian el sonido de una lata abriéndose con recuerdos positivos, lo que puede sesgar su percepción del sabor. Además, el marketing ha jugado un papel importante en la creación de estas asociaciones, con anuncios que a menudo muestran a personas disfrutando de refrescos en latas frías y brillantes o botellas de plástico, lo que hace que se te antojen más unas opciones que otras.
Aunque las empresas refresqueras han dicho en muchas ocasiones que el contenido en los diferentes envases de refrescos es el mismo, un artículo de la química en alimentos Sara Risch afirma que las diferencias de sabor entre los refrescos en lata y en botella de plástico pueden ser sutiles, debido a algunos de los factores ya mencionados.
Así que ya lo sabes, factores como la protección contra el oxígeno y la luz hasta la experiencia sensorial de beber de una lata fría, pueden ser razones válidas por las cuales el refresco en lata puede ser percibido como más delicioso. Aunque al final del día, la mejor opción es la que más disfrute cada persona, ya sea en lata, en botella de plástico o incluso en una botella de vidrio. – Con información de Food and Wine en Español.