El mal olor, la humedad y el moho son problemas muy comunes dentro de las casas que van de la mano y son peligrosos para la salud de las personas y la limpieza del hogar. ¿Sabías que hay un truco con sal de grano capaz de eliminarlos?
Si este desagradable trío de suciedad está afectando tu clóset, zapatera, habitaciones, baño o tu vivienda en general, es momento de actuar rápido, por lo que a continuación te decimos un sencillo truco usando sal entera, para que cada rincón de tu morada esté impecable.
Adiós al mal olor, humedad y moho con sal de grano
Lo primero que debes hacer es identificar las zonas con estos problemas. Después, el truco para deshacerte de ellos para siempre requiere de un recipiente de plástico y sólo dos ingredientes: sal de grano y suavizante de ropa.
Se trata de una solución simple y económica, pero sobre todo eficaz, para acabar con el mal olor, la humedad y el moho, los cuales se pueden presentar en el hogar en cualquier momento. Para evitar que la situación empeore, sigue estos 3 pasos:
- Poner tres cucharadas de sal entera en un recipiente de plástico pequeño de aproximadamente 500 mililitros.
- Verter una cucharada de suavizante y mezclar bien.
- Hacer orificios en la tapa. Puedes quemar la punta de un tenedor o un objeto con punta y perforar la cubierta.
Puedes colocar el envase en tu armario, zapatera, baño o en ventanas. La acción de la sal de grano y el suavizante combate el mal olor, la humedad y el moho. Además, dejará perfumado el lugar.
Sin embargo, es importante mencionar que esta técnica no erradica por completo el moho. Para ello deberás realizar una limpieza más a fondo, directamente en la zona afectada.
¿Cómo afecta el moho a la salud?
De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), el moho, que al mismo tiempo desencadena mal olor y humedad, puede causar problemas de salud. Entre los principales malestares que provoca destacan:
- Reacciones alérgicas en personas sensibles
- Rinitis alérgica
- Estornudos
- Goteo nasal
- Ojos rojos
- Erupción cutánea.
"La exposición al moho puede irritar los ojos, la piel, la nariz, la garganta y los pulmones tanto de las personas alérgicas al moho como de las que no lo son", afirma la agencia gubernamental y agrega que "la clave para controlar el moho es el control de la humedad".