El pescado y los mariscos son alimentos sumamente delicados que pueden descomponerse fácilmente; sin embargo, existe un secreto que te ayudará a que no se echen a perder tan rápido.
Una de las reglas de oro es consumir estos productos a la mayor brevedad posible, de preferencia el día de la compra, pero si esto no es posible, debes seguir algunos consejos para su adecuada conservación.
Debes saber que, desde el momento en que se pesca, empieza su deterioro debido a causas químicas, bacterianas y enzimáticas. Por tal motivo es importante garantizar su seguridad, con el fin de evitar pescado en mal estado.
Y es que si se consume este alimento originario del mar descompuesto puede desencadenar una intoxicación, infecciones bacterianas, envenenamiento por toxinas y contaminación química.
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Truco para que el pescado y los mariscos duren más tiempo
Por ello, a fin de que puedas olvidarte de estas preocupaciones te compartiremos el secreto para que el pescado y mariscos no se echen a perder tan rápido.
Bueno pues todo lo que necesitas hacer para que tus alimentos te duren más tiempo en buenas condiciones es almacenarlos correctamente en el refrigerador.
Para los pescados frescos, asegúrate de limpiarlos bien y secarlos con papel de cocina antes de guardarlos en el refrigerador. Luego, envuélvelos en papel film o colócalos en recipientes herméticos para evitar la contaminación cruzada y la pérdida de humedad.
Mantenlos en la parte más fría del refrigerador, generalmente en la bandeja inferior, y consúmelos dentro de uno o dos días para disfrutar de su frescura óptima.
En cuanto a los mariscos, como camarones, mejillones o calamares, es importante almacenarlos en un recipiente hermético y mantenerlos en la nevera a una temperatura baja y constante.
Si compras mariscos congelados, descongélalos lentamente en el refrigerador durante la noche antes de cocinarlos. Evita dejar los mariscos a temperatura ambiente durante mucho tiempo, ya que esto puede favorecer el crecimiento de bacterias y acelerar su deterioro.
Otro consejo útil es marinar los pescados y mariscos con jugo de limón o vinagre antes de refrigerarlos. Estos ingredientes ácidos ayudarán a eliminar las bacterias y a preservar la frescura de los alimentos por más tiempo.
Además, no olvides retirar las vísceras y las escamas de los pescados antes de almacenarlos, ya que pueden acelerar su descomposición.
Con estos simples consejos, podrás disfrutar de pescados y mariscos frescos y sabrosos durante más tiempo, reduciendo así el desperdicio de alimentos.