¿Alguna vez te has preguntado por qué algunos meses tienen 30 días mientras que otros tienen 31? Este misterio continúa intrigando a muchas personas, por ello hoy te daremos la respuesta, misma que se remonta a las antiguas civilizaciones y sus sistemas de calendario.
El calendario que usamos hoy en día es conocido como el calendario gregoriano, el cual se basa en el calendario romano, que a su vez se inspiró en los calendarios lunares utilizados por civilizaciones antiguas como los egipcios y los babilonios.
¿Cuál fue el origen de nuestro calendario actual?
Fue el segundo rey de Roma, Numa Pompilio, el encargado de dividir el año en 12 meses, correspondientes a las fases y movimientos de la Luna, recuerda la revista National Geographic.
Al anterior se le conoció como calendario romano, en el cual todos los meses tenían 30 o 31 días, excepto febrero, que tenía 28 días.
Pese a lo novedoso, este sistema causaba problemas, ya que el año solar tiene aproximadamente 365.25 días, lo que significa que el calendario se desfasaba con las estaciones a lo largo del tiempo.
Más tarde, para solucionar este problema, Julio César introdujo el calendario juliano en el año 46 a.C., el cual añadía un día extra cada cuatro años, dando así origen al año bisiesto.
Sin embargo, este sistema no era del todo perfecto, ya que añadía demasiados días adicionales, lo que llevaba a otro desfase gradual en el calendario.
El denominado calendario juliano permaneció válido durante casi 16 siglos, hasta la llegada del gregoriano en 1582, de acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Fue precisamente el Papa Gregorio XIII quien introdujo el calendario gregoriano, que es el que utilizamos hoy en día en la mayoría de los países del mundo.
En este calendario se añadieron excepciones a los años bisiestos: "no lo serán los años múltiplos de 100, salvo si son divisibles por 400", explica la UNAM.
¿Qué meses tienen 31 días y cuáles 30?
Actualmente son los meses de enero, marzo, mayo, julio, agosto, octubre y diciembre los que tienen 31 días, esto es debido a una serie de decisiones tomadas por los antiguos romanos al diseñar su calendario. Por otro lado, el resto de los meses tienen 30 días.
Una explicación común para ello es que los romanos querían alternar entre meses con 30 y 31 días para mantener un total de 365 días en el año, lo que se basaba también en una serie de factores culturales, históricos y religiosos, explica National Geographic.
Por ejemplo, algunos meses eran considerados menos importantes en términos de festividades y eventos religiosos en comparación con los meses con 31 días.
En medio de todo hay una explicación curiosa en torno a los meses julio y agosto. Y es que el hecho de que tengan 31 días tendría que ver más con una decisión 'personal' tomada por los antiguos romanos.
Y es que Julio César y su sucesor, Augusto César, habrían querido honrarse a sí mismos añadiendo días a los meses que llevan sus nombres (julio y agosto, respectivamente), lo que llevó a desequilibrios en el número de días de algunos meses.
Es decir, algunos meses tienen solo 30 días y otros más 31 debido a decisiones históricas y culturales adoptadas por antiguas civilizaciones para organizar su calendario y lograr sincronizarlo con los ciclos astronómicos y estacionales.