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¿Cómo colgar un edredón luego de lavarlo para evitar el olor a humedad?

La clave para evitar que tu edredón huela a humedad después de lavar es el correcto colgado y secado. Te contamos.

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Después de lavar nuestros edredones, todos buscamos esa sensación de frescura y suavidad que nos invita a un descanso placentero.

Sin embargo, muchas veces terminamos con edredones rígidos o con olor a humedad.  La clave para evitar estos problemas yase en el correcto colgado y secado del edredón tras su lavado.

Aquí te compartimos consejos expertos para lograr que tus edredones queden suaves y sin olor a humedad cada vez.

La 'clave' para que tu edredón no huela a humedad

  • Elige el día adecuado

La selección del día es crucial. Prefiere días soleados con buena circulación de aire. La exposición al sol no solo ayuda a secar tu edredón de manera rápida, sino que la luz solar actúa como un desinfectante natural, eliminando olores y bacterias.

  • Elimina el exceso de agua con cuidado

Tras el lavado, asegúrate de escurrir bien tu edredón, pero evita torcerlo. Las lavadoras con ciclo de centrifugado suave son ideales para esto. Si es necesario, puedes enrollar el edredón dentro de toallas secas para absorber el exceso de humedad antes de colgarlo.

  • Colgado correctamente

Para evitar marcas de pinzas y asegurar un secado uniforme, distribuye el peso del edredón de manera equitativa. Si tienes espacio, extiéndelo completamente en un tendedero horizontal. En caso de no disponer de tanto espacio, dobla tu edredón por la mitad asegurándote de cambiar la posición al menos una vez durante el secado para garantizar que todo el edredón se seque por igual.

Para evitar marcas de pinzas y asegurar un secado uniforme, distribuye el peso del edredón de manera equitativa.
Fuente: Pixabay.
  • Usa el viento a tu favor

Asegúrate de colgar tu edredón en una dirección donde pueda recibir no solo sol sino también corrientes de aire. El aire fresco natural es excelente para eliminar cualquier olor a humedad y ayuda a que el tejido retenga su suavidad.

  • No lo dejes demasiado tiempo al Sol

Aunque el sol es un aliado en el secado, una exposición prolongada puede dañar las fibras y desvanecer los colores de tu edredón. Monitorea el proceso y, una vez seco, retira tu edredón del sol.

  • Da los últimos toques

Una vez que tu edredón esté seco, no olvides darle unos buenos sacudones para distribuir uniformemente el relleno y recuperar su forma original. Si tu secadora tiene un ciclo de aire frío, puedes usarlo durante unos minutos para añadir un extra de suavidad.

  • Almacenamiento apropiado

Si no vas a usar el edredón inmediatamente después de secarlo, guárdalo en un lugar fresco y seco. Los contenedores de almacenamiento transpirables son ideales para mantener tus edredones frescos y listos para su próximo uso.

Al seguir estos pasos, no solo garantizarás que tus edredones queden suaves y frescos después de cada lavado, sino que también ayudarás a prolongar su vida útil. Con un poco de cuidado y atención, tus edredones pueden ser una fuente de confort durante años.