Con la llegada de las fechas decembrinas, cada rincón del mundo se ve envuelto en hermosas luces navideñas, haciendo que el ambiente se sienta mucho más festivo y acogedor.
Sin embargo, se han realizado una serie de investigaciones para determinar si causan algún daño a la morfología de las plantas o, peor aún, si pueden llegar a tener un impacto negativo en el medio ambiente.
¿Qué es la contaminación lumínica y cómo evitarla?
La contaminación lumínica se refiere a la alteración de la oscuridad debido a las luces artificiales, afectando especialmente el metabolismo y la morfología de las plantas. Es decir, el comportamiento y la fisiología de una planta dependen de los ciclos de la luz.
Para que un árbol o planta florezca, pasa por un proceso llamado ‘fotoperiodo’ o, bien, requiere de las horas de luz que tiene un día. Si esas horas se extienden debido a las luces artificiales, se altera por completo la duración no solo de los días, sino también de los meses y las temporadas, afectando así los brotes de las flores y retrasando su coloración o crecimiento.
Y por si eso fuera poco, también causa que las hojas o flores de los árboles no sean apetecibles para los insectos, retrasando la polinización, afectando la reproducción de las plantas, aumentando las plagas y deteriorando los ecosistemas.
Pero ojo, el que las luces navideñas puedan dañar a los árboles y plantas no significa que ya no podamos poner árbol de Navidad o usar estas series de luces para iluminar nuestros hogares. Más bien, hay que tomar ciertas precauciones y optar por otros tipos de iluminación.
Consejos para evitar la contaminación lumínica
- Si quieres poner un arbolito de Navidad en casa, asegúrate de que sea artificial o, si es natural, es mejor que no te lo entreguen con maceta, porque tarde o temprano, debido a las luces o al estar en un ecosistema desconocido, se marchitará y secará.
- Evita poner luces en los troncos o ramas de los árboles; mejor ponlas alrededor de tus paredes, rejas o postes.
- Usa luces de tipo LED y, de preferencia, solares, ya que dañan menos el medio ambiente y evitan incendios.
- Usa tonos de luz cálidos, ya que la luz fría contamina más.
- Apaga las luces cuando no estén en uso o cuando estés fuera de casa.
Así que ya lo sabes, aunque adornan las calles y resaltan la magia de la Navidad, las luces navideñas no son tan eco-friendly como pensábamos. Toma tus precauciones y procura seguir estos consejos para evitar que tus plantas se dañen. - Con información de National Geographic y Muy Interesante.