Se sabe que la temporada navideña es cuando más decoramos y adornamos nuestros hogares, las calles, los edificios y demás pero más allá de solo embellecer el entorno, tiene un profundo significado que pocos conocen. ¿Sabes cuál es?
Existen varias teorías al respecto, una dice que viene de la frase ‘dar a luz’ o séase en representación del nacimiento de Jesús, otra afirma que está relacionada con la salvación del mundo y algunas otras que son para crear recuerdo y preservar la ilusión en estas fechas.
El verdadero origen de las luces navideñas
Sin embargo, todo indica que el uso de luces en Navidad tiene sus raíces en tradiciones antiguas donde celebraban el solsticio de invierno. Como antes no había electricidad, las familias encendían velas para simbolizar la luz y la esperanza en los días más oscuros del año. Lo que después paso a ser una celebración por la llegada de Jesucristo, quien en la fe cristiana es considerado "la luz del mundo".
¿Quién invento las luces navideñas?
Es obvio que las velas representaban un gran riesgo debido a los posibles incendios, por lo que después de la creación de la primera bombilla o ‘foco’ por Thomas Edison, Edward Johnson revoluciono este invito, haciéndolas de colores: azul, rojo y blanco.
Y gracias a ello, así fue como en 1894 el presidente Grover Cleveland, decoró el primer árbol de navidad.
Eso sí, más allá de su origen histórico, estas icónicas decoraciones tienen un significado espiritual y hasta cultural, pues representan también la esperanza, paz, unión y alegría que se percibe en esta época navideña.
Y en religiones como la cristiana, también se dice que son una representación de la estrella de Belén que guio a los 3 Reyes Magos hasta el niño Jesús.
La único cierto es que hoy en día, para los amantes de la Navidad no ha mayor significado que la emoción y ansia por embellecer los hogares, haciendo que el ambiente se sienta mucho más acogedor y alegre en las fiestas. Y creando incluso conexiones emocionales y recuerdos entrañables a la hora de decorar, que perduran para siempre en las vidas de todos y todas.
No podemos negar que el resplandor y brillo, nos hace disfrutar y amar aún más estas fechas o ¿acaso imaginas una Navidad sin luces?
Así que ya lo sabes, sin importar la religión, cultura, lugar de donde vengas o las tradiciones que tengas, las luces de Navidad son mucho más que una simple decoración; son un recordatorio para gozar estas épocas siempre creyendo y confiando en el poder de la esperanza, el amor y por supuesto, la luz.
