Tener un perrito se dice fácil pero en realidad es que hay etapa donde son tremendos y sí, estamos hablando de la 'perrolescencia'. Un periodo de tiempo donde nuestros peluditos agarran la costumbre de ser agresivos, escaparse, ser destructivos, etc.
Y aunque no son vuelven ‘emos’ o ‘darketos’, suele ser un periodo desafiante tanto para los lomitos como para sus dueños, ya que se producen cambios físicos, de comportamiento y carácter que usualmente son muy difíciles de entender. Pero para ello, aquí te dejamos algunos datos y tips para que no batalles con tu perrhijo.
¿Cuándo comienza y cuánto dura la adolescencia canina?
La adolescencia en los perros suele comenzar entre los 6 y los 12 meses de edad, todo depende de la raza y del tamaño del can. Según diversas fuentes, las razas pequeñas tienden a madurar más rápido, mientras que las razas grandes la viven durante más tiempo e incluso con más intensidad.
La duración puede extenderse hasta los 18 o 24 meses y durante este período, los perros experimentan cambios hormonales y emocionales que afectan su comportamiento. Por ejemplo, es posible que se vuelvan más rebeldes, desobedientes, impulsivos y destructores.
Esto se debe a que el cerebro del lomito aún se está desarrollando y les es difícil controlar sus impulsos o acatar tus órdenes y reglas, tal como una persona adolescente. Además, los niveles de progesterona (en machos) y estrógeno (en hembras) están por los cielos, lo que hace que tengan mucha más energía y los haga tener un comportamiento variado.
Pero no te preocupes, tan solo debes tenerles paciencia e implementar este tipo de acciones a su rutina para que superen esta etapa, como:
- Compresión: Todos hemos pasado por eso, así que como mencionamos anteriormente, la paciencia es fundamental, ya que los perros no están actuando mal intencionadamente. Es un proceso natural y lo que más necesitan es el apoyo de su humano. Trata de mantener la calma y evitar los castigos físicos o verbales, ya que esto podría empeorar la situación.
- Refuerzo positivo: Premia el buen comportamiento con caricias o bocadillos que le gusten. Esto ayudará a reforzar los hábitos positivos y le enseña al perro lo que está bien y lo que está mal.
- Entrenamiento: No abandones la educación de tu perro durante esta etapa. Refuerza las órdenes básicas como "sentado", "quieto" y "ven" y sobre todo, practica la obediencia todos los días.
- Socialización: Permite que tu lomito interactúe con otros perros y personas de forma controlada. Esto le ayudará a desarrollar sus habilidades sociales y evitar que sea o muy agresivo o muy miedoso.
- Actividad física y mental: Proporciónale el suficiente ejercicio diario para reducir el exceso de energía y la ansiedad. También, dale juegos interactivos o mordederas para estimular su mente y evitar que acabe con tus zapatos y cables.
Así que ya lo sabes, la adolescencia también les llega a los perritos y aunque puede ser un desafío, también es la oportunidad perfecta para fortalecer su relación. Con paciencia, constancia y mucho amor, nadie saldrá herido de esta ‘etapa oscura’. - Con información de Purina.