Seguro escuchaste que este 2024 es un año bisiesto, por lo cual significa que en el mes de febrero tendrá un día más.
Pero, ¿por qué empezó a realizarse este cambio en el calendario cada cuatro años? Si no lo sabes, aquí te decimos.
¿Para qué es el año bisiesto?
Cada cuatro años se hace presente el año bisiesto, el cual es un periodo anual que contiene un día adicional, esto con el fin de equilibrar el año cronológico con el solar.
Mientras que el calendario de los humanos tiene 365 días, el solar (o tropical) tiene 365.2422 días, “un año solar es el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta al sol”, explica National Geographic.
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Y son importantes los años bisiestos porque en cada año el calendario va a coincidir con el solar.
“Restan 5 horas, 46 minutos y 48 segundos a un año, quizás no parezca gran cosa. Pero, si resta casi 6 horas anualmente durante mucho tiempo, las cosas pueden complicarse mucho”, informó la NASA.
Si no se respetara este año bisiesto o si no se celebra cada cuatro años, como se hace, sería un “tiempo faltante” y esto podría ocasionar que, con el paso de los años, las estaciones no coincidan en los mismos meses, los años posteriores.
“Para lograr sincronizar el año solar con el cronológico, cada 4 años este periodo anual pasa a tener 366 días en vez de 365. De este modo, las estaciones no se confunden”, asegura National Geographic.
Si no existiera el año bisiesto, cada 12 años los calendarios se desfasarían 3 días, es por eso que en cada año se celebre el inicio de la primavera, el 21 de marzo.
Los años bisiestos fueron una idea de Julio César y como el calendario Juliano exigía un día adicional, cada cuatro años, los romanos decidieron que sería en febrero, que para ese momento era el último mes del año.
Bisiesto proviene del latín “ante diem bis sextum kalendas Martias” (sexto día antes de las calendas de marzo, en español), es decir, el 24 de febrero. Como la frase era muy larga, se dejó en “Bis sextus”, que sería “bisiesto” en nuestra lengua.