Si quieres un truco para limpiar tus lentes sin rayarlos llegaste al mejor lugar. En este artículo te diremos qué hacer para no rayar tus lentes y después andar viendo más borroso.
Si eres una persona que necesita sus lentes ya sea para leer, escribir, o para todas o algunas actividades diarias, seguramente te preocupa tenerlos en las mejores condiciones, sin embargo, al momento de limpiar tus lentes podrías estar haciendo algo mal y ocasionando que se rayen.
Algo muy común que hacen las personas para limpiar sus lentes es frotarlos con la ropa sin siquiera haberlos por lo menos ‘soplado’ para retirar cualquier polvo o tierra que pudiera rayarlos en contacto con la prenda y eso es un grave error.
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Limpia tus lentes sin rayarlos
Lávalos con agua y jabón: Pon los lentes debajo del agua del grifo con el agua a poca presión. Frota un poco de jabón con las yemas de los dedos suavemente. Aclara y seca con tu gamuza para evitar dejar restos. Evita mojar la montura para que no se oxiden las terminaciones, tornillos, etcétera.
Utiliza su pañito: Casi todos los lentes o gafas vienen con su gamuza ¡y es la mejor opción para limpiarlos! Solo procura que siempre esté limpio y en su estuche para evitar que se impregnen de polvo y tierra.
Sopla un poquito: Si no tienes un aparato para soplar tus lentes antes de frotarlos, trata de soplar con tu boca tus lentes para retirar cualquier polvo que pudiera rayarlos.
Toallitas húmedas para lentes: Son toallitas que incluyen el líquido limpia gafas, son perfectas para llevarlas contigo y sacarte de algún apuro. Tus lentes estarán como nuevos si sigues al pie de la letra estos consejos.
Evita los siguientes errores al limpiar tus lentes
- No uses agua caliente, ya que puede dañar los materiales de los lentes.
- No uses limpiadores abrasivos, como alcohol o acetona, ya que pueden rayar los lentes.
- No uses toallas de papel o servilletas, ya que pueden dejar pelusa en los lentes.
Si tus lentes ya están rayados, puedes intentar pulirlos con una solución de bicarbonato de sodio y agua. Sigue estos pasos:
- Mezcla una cucharada de bicarbonato de sodio con unas gotas de agua para formar una pasta.
- Aplica la pasta sobre los lentes con un paño de microfibra.
- Frota los lentes con movimientos circulares suaves.
- Enjuaga los lentes con agua fría.
- Seca los lentes con un paño de microfibra limpio.