¡Es viernes y también es el Día Internacional de la Cerveza! Y como es una gran coincidencia, te contamos por qué esta bebida produce espuma al ser servida y cuál es su función.
Seguramente en más de una ocasión te ha tocado el vaso que en lugar de cerveza, parece un capuchino por la cantidad tan elevada de espuma que lo acompaña; sin embargo, debes saber que su función es importante para el sabor de la misma.
El sitio especializado Ambar explica que las burbujas de esta sustancia de aspecto globular están compuestas por gas carbónico que tiene como origen la fermentación alcohólica de cereales; además, duran mucho en la parte superior del vaso debido a que las proteínas y ácidos del lúpulo evitan su desintegración rápida.
"Sus características principales son la densidad, la cremosidad, la adherencia al vidrio y la estabilidad. Y tienen la peculiaridad de que todas varían según el cereal empleado en su elaboración, del tipo de malta y los adjuntos añadidos al mosto", detalla el sitio.
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¡Ojo! Si eres fan de las cervezas de trigo, debes saber que estas generan más espuma y son más estables en el tiempo en comparación con las que se elaboran con cebada.
¿Para qué sirve la espuma de la cerveza?
Aunque muchos consumidores prefieren su cerveza con poca espuma, hay una cuestión relevante para justificar su presencia y es que esta sustancia ayuda a proteger tanto el aroma como el sabor de la bebida.
"Cuanta más espuma tenga tu copa o vaso, se evitará más el contacto del líquido con el aire, y esto sirve para que la bebida no se oxigene y no pierda el gas tan rápido", añade el sitio Ambar.
Además, estas burbujas de dióxido de carbono ayudan a liberar todos los aromas de la cerveza.