En el jardín Bloom del Hotel St Regis cada uno de los invitados degustan las grandes líneas que Monte Xanic produce en su bodega vinícola, en Valle de Guadalupe, pero para que esto sucediera, se debe de pensar en aquellos cinco mexicanos quienes buscaban la manera de crear el mejor vino mexicano.
El aire advierte que se acerca la lluvia, los diferentes fenómenos naturales que afectan a México envuelven gran parte de la ciudad, pero en este jardín uno puede darse cuenta cómo el ambiente lo transforma en un olor agradable a uva.
En el evento, Hans compartió la presentación de la cosecha 2023 y la liberación de sus añadas 2022, que son un homenaje a México y un compromiso diario con el fin de honrar "el fruto de nuestra tierra y reconocer el talento mexicano que logra vinos excepcionales".
Y mientras la atmósfera provoca que las personas degusten los distintos vinos de la región de Baja California, Hans Joseph Backhoff, CEO de Monte Xanic, habla con Radio Fórmula, con el fin de conocer ese camino que ha recorrido la marca y poder visibilizar el presente y qué le depara el futuro.
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“Cuando te paras y ves hacia atrás y dices: venimos de aquí, de ser una vinícola disruptiva que cambió un mercado, que cambió la forma de ver la industria y fuimos de cierta manera liderando un segmento de este mercado”.
El futuro del vino en México
El cielo gris y las nubes amenazadoras no impidieron que las personas pudiesen satisfacerse de las sorpresas que Monte Xanic traía a cada uno, pues los postres y la comida, liderada por la cocina del chef Diego Niño, cautivó a muchos.
El ceviche de pulpo, camarones, ostiones o mixto y la tostada de pescado con sandía y aderezo se llevó el brunch, no tanto como los helados de Mamey, Tuna roja y maíz con mantequilla.
Estos vinos, con categoría Prémium, no ha sido fácil de obtener su producción, pues Hans Joseph se pregunta hoy “¿en dónde está?” Monte Xanic. Se da cuenta de que sigue en el lugar de liderazgo “y eso es bien difícil. No es fácil decir lo mismo después de 35 años”.
Hans sabe que la producción de un vino no es sencilla, porque todo va a depender de la naturaleza y de cómo pueda llegar la cosecha en el año, pero ante los retos, Monte Xanic ya obtuvo cinco oros en “challenge international Du Vin”, concurso más importantes del mundo:
- Gran Ricardo
- Malbec
- Merlot
- Calixa Blend
- Calixa Cabernet Sauvignon Syrah
“Los concursos, los reconocimientos, todo eso son muy importante, pero lo primordial no es eso, sino más bien la evaluación y la autocrítica de decir ¿qué sigue?, y ¿si lo hemos hecho bien?”, menciona Hans
Monte Xanic fue fundada en 1987 por Eric, Hans, Manuel, Ricardo y Tomás, su propósito de estos amantes de los vinos es crear calidad, que posicionen a México en el mapa de la enología internacional y ante ello Hans menciona que “están viendo la marca basándose en los ojos que ellos tenían”.
“Hoy en día, hacia el futuro, seguimos con esa inercia y el potencial es enorme, porque todavía falta mucho que hacer y conquistar”.
Hans valora el reconocimiento y las medallas conseguidas “pero ya cuando logras consolidarte y empieza ese movimiento a contagiar a otros y se convierte en una industria como tal, es lo que me mantiene motivado y entender qué tan lejos vamos a llegar, porque nos falta conquistar el mundo”.
En el ADN de Monte Xanic uno encuentra: “calidad, consistencia e innovación”. Está plasmada tanto en su producción y metas. Siempre experimentan cosas nuevas a diferencia del campo, quien “nos va dictando cómo podemos hacer las cosas diferentes y tiene un 80 por ciento en la calidad”.
Al momento de querer comenzar el cateo, de los tres stands que hay, recomiendan degustar el vino “Sauvignon Blanc Viña Kristel”, seguido de “Rosé” para después adentrarte a “Calixa, Cabernet Sauvignon Syrah”, “Blend” y finalizar con “Gran Ricardo”.
Aunque uno de los retos que tiene Hans es posicionar el vino blanco, pues “no es apreciado por ser de gran nivel (mundial). Todavía se menciona que el mejor vino blanco es el tinto (sarcasmo) y nosotros seguimos rompiendo, porque estamos convencidos de que no es así. Vamos a cambiar esa manera de pensar y darle un valor mucho mayor”.
Y a pesar de haber estado con algunos rayos de sol, los chubascos no asustaron a los invitados, pues se mostró que este vino se puede beber en cualquier ambiente.
Las experiencias de olores y sabores muestran a cada persona que la producción de uva es un arte, donde se puede apreciar el color rojo intenso que brinda la vid, al ser servida en la copa, y lograr ver aquellas pinceladas que dejan las lágrimas del vino.