Comprar ropa cada temporada y para cada evento podría no ser una buena idea, según indica la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
El también llamado fast fashion, es un modelo de producción en masa y rápida de prendas a precios accesibles y por temporada, pero también son dañinas por varias razones. Aquí te compartimos las 3 más importantes.
¿Por qué tienes que dejar de comprar ropa?
3. Contaminan
La Profeco recordó que la industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta, algo que ya se había señalado en la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). ¿Cómo es posible esto? Bueno, la mayoría de las prendas creadas terminan en la basura, eso sin mencionar que provoca entre el 2% y el 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Considera lo siguiente antes de comprar una prenda de ropa:
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- Se requieren 7 mil 500 litros de agua para producir unos jeans.
- El 20% del desperdicio total de agua en el mundo es responsabilidad de la industria de la moda.
- La moda produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y envíos marítimos juntos.
2. Su vida útil
Cuando alguien compra una prenda, esta tiene un ciclo de vida, y todo dependerá de los cuidados, mantenimiento y el uso que se le dé a cada una. La Profeco advierte que entre más se usa una prenda, menor es el impacto al medio ambiente.
Esto ocurre debido a que, si la prenda se deja de usar o se tira, es muy probable que termine en la basura. Así pues, adquirir una prenda que solamente se usará una vez, es sin duda una pésima idea.
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1. ¿El fast fashion es necesario?
Desde el contexto de la necesidad, y tomando en cuanta los puntos anteriores, el fast fashion es innecesario, ya que para cumplir con el ciclo de vida de la ropa (usarla), comprar cada vez más impedirá que estas se aprovechen.
En estos casos, quizá sea mejor el slow fashion, la cual es reflexionar sobre qué prendas son las que se necesitan de verdad y anteponer la calidad sobre la cantidad.
¿Qué hacer entonces?
El reciclaje, la donación, la reparación de ropa y el consumo responsable es la mejor manera de combatir el fast fashion. Incluso, si una prenda es irreparable, puede transformarse en otra, o en una almohada, un bolso o trapos.