Hay muchas y buenas razones para comer mango, ya que tiene una gran cantidad de nutrientes ; además, ayuda a prevenir y combatir algunos problemas de salud.
Para empezar, el mango contiene más de 20 tipos diferentes de vitaminas y minerales; además, está libre de grasa, sodio y colesterol.
Una taza de esta súper fruta cortada en trozos y de unos 165 gramos, sólo tiene 100 calorías y aporta el 100% de la cantidad diaria recomendada de vitamina C, el 35% de la de vitamina A y el 12% de la de fibra dietética.
Por otra parte, una investigación de la Universidad Estatal de Oklahoma, (OSU, en inglés) en Estados Unidos, ha comprobado en ratones de laboratorio que el consumo de suplementos a base de mango previene la pérdida de las bacterias beneficiosas del intestino, a menudo inducida por una dieta alta en grasas.
Estas bacterias de la flora intestinal pueden desempeñar un papel en la obesidad y las complicaciones relacionadas con ésta, como la diabetes tipo 2.
“Este estudio demuestra que añadir mango a la dieta puede ayudar a mantener y regular la salud intestinal y los niveles de bacterias beneficiosas”, según Edralin A. Lucas, profesora de ciencias nutricionales en la OSU e investigadora principal de este trabajo.
La investigadora descubrió además, que la pulpa de mango podría ser útil para reducir la glucosa (azúcar) en la sangre, sin producir los efectos negativos de algunas drogas utilizadas habitualmente para reducirla, como la rosiglitazona.
En tanto, la organización Nacional Manco Board menciona que el consumo de mango en los adultos se asocia con una dieta más saludable, reflejada en un mayor consumo de nutrientes como la fibra dietética, la vitamina C, el magnesio y el potasio; además, ayuda a reducir la presencia en el organismo de la proteína C reactiva, relacionada con la inflamación que aumenta el riesgo cardiovascular.
Por si fuera poco, un compuesto del mango de la variedad Keitt podría ser tóxico para las células del cáncer de mama, reduciendo su proliferación y el tamaño de los tumores de este tipo.
¿Dónde se creó mango?
De acuerdo con la organización Nacional Manco Board, el mango se cultivó por primera vez en la India, hace más de 5 mil años. Llegó a América alrededor del año 300-400 de nuestra era y ahora está disponible a lo largo de todo el año.
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