Si eres fan de los embutidos, seguramente tu pizza favorita es la de salami o pepperoni, ingredientes similares en apariencia, pero diferentes en su elaboración.
El salami, originario de Italia, está hecho con carne de cerdo, ave, res y grasa de cerdo, que se cortan en trozos y muelen, para después agregarles sal, especias, condimentos, cultivos iniciadores y aditivos como nitrito de sodio y nitrato de sodio, explica la Produraduría Federal del Consumidor (Profeco)
El producto en cuestión se embute en tripas de cerdo o fundas artificiales, generalmente de colágeno o plásticas, y se somete a un proceso térmico como cocción.
En tanto, el pepperoni se elabora con carne de cerdo, res o una mezcla de ambas y grasa de cerdo. Al igual que el salami, se embute en tripas de cerdo o artificiales. Este producto se ahuma y se deja reposar para su consumo.
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Salami vs. peperoni: ¿Cuál es más saludable?
De acuerdo con Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España (MAPA), el salami contiene pequeñas cantidades de vitamina E, A y D, pero fundamentalmente aporta tiamina, riboflavina, niacina, vitamina B6 y B12.
Aunque el "componente mayoritario" del embutido es la grasa, al que le sigue el sodio; por lo tanto, se recomienda un consumo moderado.
Por su parte, el pepperoni cuenta con vitamina K, B9 y B3; así como con potasio, fósforo y selenio en poca cantidad, detalla el sitio Guía de Nutrición.
Como ocurre con el salami, el pepperoni es una gran fuente grasa, tan solo 100 g equivalen al 66% de la que un adulto necesita al día, que es de 65 g; es decir, su consumo también debe ser moderado.
El portal CNN Salud menciona que los ingredientes que se agregan a la pizza "pueden afectar significativamente su valor nutricional" y entre los que menos recomienda se encuentran, precisamente, el salami y peperoni.
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