Tomar el sol es agradable; sin embargo, también puede ser peligroso sino tienes cuidado; por ejemplo, utilizando bloqueador, ya que las radiaciones solares pueden provocar en la piel e incluso cáncer.
Algunos de los daños que puede provocar el sol, son: queratosis actínica, cloasma, lentigos solares simples y malignos, y fotosensibilidad, de acuerdo con el Centro de Información Farmacéutica (CINFA), consultado por la agencia de noticias EFE.
- Queratosis actínica
Consiste en la presencia de manchas planas (máculas) y en ocasiones, ligeramente elevadas (pápulas) de diferente color, que se pueden descamar o presentar costra y normalmente menores a un centímetro.
- Cloasma
Son zonas hiperpigmentadas que aparecen sobre todo en mujeres, en la cara y de forma simétrica. Además, están relacionadas con la exposición solar en el embarazo o la toma de hormonas.
- Léntigos solares simples y malignos
Este tipo de manchas son reflejo del fotoenvejecimiento (deterioro de la piel provocado por la edad y acelerado por las radiaciones solares). Los léntigos solares simples son pequeñas áreas marrones, ovaladas, planas y de color uniforme que aparecen en la piel.
- Fotosensibilidad
La mayor parte aparece como reacciones de enrojecimiento e inflamación en las áreas expuestas al sol y relacionadas con el uso de productos cosméticos, ya que el sol puede modificar algunos componentes y producir esa alteración cutánea.
¿Qué es lo mejor para proteger la piel del sol?
El CONFA hace estas 10 recomendaciones para disfrutar del sol y cuidar la piel al mismo tiempo:
- Evita la exposición en las horas centrales del día, especialmente entre las 12:00 y 16:00 horas. Además, no permanezcas más de una hora o dos bajo el sol.
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Consulta los índices ultravioleta (IUV) antes de tomar el sol o practicar una actividad al aire libre.
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Utiliza un bloqueador solar adecuado a tu fototipo y a las circunstancias de la exposición. Elige un factor de protección 50 y que proteja de todos los tipos de radiaciones solares. Además, póntelo media hora antes de exponerte al sol y reaplícalo cada dos horas.
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Protege tu cuerpo con la ropa adecuada y utiliza sombrero.
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Utiliza gafas de sol para prevenir los daños oculares.
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Resguárdate de los rayos del sol bajo los árboles o una sombrilla, pero no olvides que su protección no es total: deberás aplicarte bloqueador de todos modos.
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Los menores de un año nunca deben ser expuestos directamente al sol y, cuando tienen dos o tres años, se deben extremar todas las medidas de bloqueador (prendas de vestir, gorros y gafas de sol).
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Ten mucho cuidado con las salas de bronceado. El bronceado artificial no protege frente al fotoenvejecimiento y conlleva un riesgo de cáncer de piel, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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Consulta siempre a tu médico sobre los medicamentos que tomas, para saber si pueden incrementar el riesgo de padecer fotosensibilidad en caso de exposición al sol.
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No te expongas al sol con cosméticos. Evita aplicarte cremas hidratantes, perfume o tratamientos tópicos estéticos antes de la exposición al sol.
Si sigue estos consejos del Centro de Información Farmacéutica, tu piel estará protegida del sol y evitarás daños irreversibles en ella.
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