No importa si la servilleta es de tela o de papel, su función será siempre exactamente la misma y es… limpiar cualquier resto de comida o liquido de nuestra boca, de las manos, de la mesa, etc.
El uso de la servilleta parece algo bastante sencillo y cotidiano, sólo tomas una, la usas y la haces bolita para después tirarla. Pero cuando se trata de una ocasión un poco más formal, no es así de fácil. Existen ciertas reglas para usarlas correctamente y, claro, para que tú como invitado reflejes elegancia y sofisticación.
Aquí te dejamos algunos tips para usarla correctamente, ya sea como anfitrión o como invitado. Todo esto de acuerdo con manuales de buenos modales.
Para el anfitrión:
- Para su presentación en la mesa, la servilleta debe ir del lado izquierdo del plato o sobre el plato, doblada de la forma que tú quieras. Hoy en día ya existen mil maneras para acomodarlas y que al mismo tiempo tu mesa se vea linda. Eso sí, JAMAS va dentro del vaso o copa.
- Los dobleces “artísticos” son válidos dependiendo de la ocasión. Si es algo muy formal, es mejor optar por un doblado rectangular o triangular para que luzca elegante.
Para el invitado:
- Lo primero que debes tomar en cuenta es que el anfitrión debe ser el primero en desdoblar su servilleta. Una vez que él lo haya hecho, los demás invitados podrán hacerlo también.
- Al tomarla, debes de hacerlo con delicadeza y desdoblarla sobre tus piernas.
- La servilleta es para limpiar los labios antes y después de comer o beber, así como para limpiar las manos y dedos en caso de mancharse. Es de mal gusto usarla para limpiar tu rostro o limpiar los platos, copas o cubiertos con ella.
- Por nada del mundo se debe colocar sobre el cuello como un babero, esto solo está bien visto para los niños.
- Jamás deberás usarla como toalla para secarte.
- Al levantarte o al terminar de comer, debes dejarla sutilmente de lado derecho del plato, siempre procurando que el lado más sucio no se note. Jamás debe doblarse como si no la hubieras usado.
Con estos tips seguro triunfaras en todas tus cenas formales, ya sea como anfitrión o como invitado, todos notaran que eres alguien con mucha clase. Con información de Protocolo.org.