El queso gouda es uno de los más famosos de todo el planeta, el cual es originario de la ciudad holandesa de Gouda, en Países Bajos, por lo que es importante conocer de qué está hecho y qué tan saludable es este producto lácteo que es muy versátil en la cocina.
De pasta dura y característico color amarillento, ganó fama internacional gracias a su característico sabor dulce, su textura suave y su versatilidad.
De hecho, de acuerdo con información proporcionada por el portal de "Qué Quesos", se calcula que el gouda representa entre el 50 y el 60 del consumo mundial de queso.
¿De qué está hecho el queso gouda y qué tan saludable es?
El tan 'famoso' queso gouda es un queso madurado semiduro, que generalmente se presenta de forma cilíndrica, y se elabora a partir de leche pasteurizada de vaca.
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El resultado es una masa semicocida, salada y madurada que tiene una textura interior firme, con algunos ojos en el interior y de color paja. La corteza de este queso es dura y seca, la cual se reviste plástico o aceite vegetal.
A través de la pasta que se obtiene, el queso gouda se somete a diferentes maduraciones, tamaños, acabados y aromas, pues se ahúma o se aliña con diferentes especias, dando como resultado infinidad de tipos de queso.
Según su punto de maduración, hay 7 tipos diferentes de queso gouda, que son los siguientes:
- Queso Graskaas
- El queso Overjarig
- El queso Jong
- Queso Jong Belegen
- Queso Belegen
- Queso Belegen extra
- El queso Oud
De acuerdo con la marca Chapela y el portal Qué Quesos, el queso gouda es ideal para embarazadas e intolerantes a la lactosa debido a que va perdiendo hidratación en la maduración y se seca hasta que el suero que contiene la lactosa es eliminado.
Por otra parte, este queso aporta al organismo un alto contenido en calcio, esencial para contribuir a la regeneración de los huesos y prevenir enfermedades como la osteoporosis.
Además, contiene minerales como el potasio, hierro, fósforo, sodio, magnesio y zinc; vitaminas A, D y E; así como un alto contenido en proteínas.
El queso gouda más joven suele cortarse para bocadillos calientes, hamburguesas y perritos calientes, pero el maduro se puede servir con pan y encurtidos o en una tradicional tabla de quesos.