Las regaderas en los baños también se limpian. Por raro que parezca, su uso diario puede provocar la acumulación de bacterias, hongos y otros microorganismos en las paredes y las boquillas de la regadera. Además, estas se tapan por los minerales que tiene el agua e impiden que la presión del agua baje de manera adecuada y podría afectar la eficacia de la limpieza personal.
De acuerdo con la compañía especializada Helvex, será necesario desconectar la regadera con unas pinzas, por lo que recomienda utilizar una toalla seca para sostener el tubo con firmeza. Una vez que se desensamble, se trasladará la boca de la regadera al área del lavado donde se le colocarán distintos componentes.
¿Cómo limpiar la regadera?
El primer paso será combinar agua y vinagre blanco en un recipiente donde puedas sumergirla boca abajo. Tendrá que estar reposando durante unos minutos para que la solución actúe en los orificios.
Luego, con un cepillo pequeño se tallará para remover el sarro y los minerales que obstruyen los ductos. Finalmente, se dejará reposar unos minutos más y después se secará la regadera con una franela. También se recomienda lavarla con jabón o cloro después de este proceso.
Te podría interesar
Para colocarla, es importante mencionar que se debe poner cinta de teflón para que no se desconecte tan fácil y el líquido fluya de la tubería a la regadera. Otro consejo es utilizar una aguja o un clip para eliminar los minerales en cada orificio, para después realizar el proceso antes mencionado, así la limpieza será aún más efectiva.
Se recomienda repetir este mismo proceso de forma semanal, con el fin de evitar que se acumulen las bacterias y disfrutes de un baño más pulcro. La acumulación de residuos y microorganismos puede causar corrosión y daño en las partes de la regadera, lo que provocaría la necesidad de reparaciones costosas o incluso el reemplazo de la regadera por completo.