Probablemente uno de los cortes menos conocidos del cerdo es la carrillada, que es una víscera que puede prepararse en varios platillos.
La carrillada se obtiene del hueso de la mandíbula, en el inicio del cuello del puerco, explica la cadena de jamonerías Enrique Tomás; en México es conocida como cachete o papada de cerdo.
Al ser extraído de una zona con mucho músculo, el cachete de cerdo tiene mucha grasa intramuscular, "que convierte a esta parte del animal en una delicia que de deshace en la boca", añade el sitio web consultado.
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Por otro lado, el diccionario gastronómico Larousse menciona que la carne de la papada es tierna, gelatinosa y de sabor fuerte; la cual, al cocinarse, resulta ser jugosa.
Una manera muy popular de cocinar el cachete de cerdo es en chicharrón; de acuerdo con el canal de YouTube Cocina Universal, con este corte se prepara el famoso chicharrón de La Ramos.
Otra forma de hacer la carrillada es freírla como si fuera tocino, ya que la grasa que tiene es similar a dicho derivado del cerdo, y acompañarla con un huevo estrellado.
¿Qué tan sana es la carrillera de cerdo?
Debido a que la carrillada de cerdo contiene mucha grasa, podría pensarse que es mala para la salud; sin embargo, María de la Luz Sambrano, académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, asegura que ésta posee propiedades benéficas.
Entre las propiedades que tiene la grasa del puerco se encuentran: proteínas, minerales, vitaminas del grupo B y aminoácidos esenciales.
"Se cree que la grasa de cerdo es mala, pero es más benéfica que la contenida en la carne de res o ternera. Además, tiene ácidos grasos monoinsaturados, similares a los que se encuentran en los aceites de girasol, pescado, nueces y semillas; la única diferencia es que se solidifican a temperatura ambiente", mencionó a la Gaceta UNAM.
Aunque como cualquier producto rico en grasa, la carrillada de cerdo debe consumirse con moderación, porque podría ocasionar problemas de salud.
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