Sabemos que no hay nada como quitarse el calor o ponerle un mejor a la comida con un buen 'refresquito', pero muchos de ellos no son adecuados para los niños, pues contienen cafeína y edulcorantes que pueden perjudicar su salud. Entonces ¿qué refrescos sí pueden tomar los peques de la casa? Esto es lo que dice Profeco.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realizó un estudio de calidad, para su Revista del Consumidor del mes de mayo, en el que puso bajo la lupa a 46 variedades de refresco y descubrió que muchos de ellos no son recomendables para los niños.
Esto debido a que contienen edulcorantes y cafeína que pueden tener efectos metabólicos negativos en los niños como disminución en la sensibilidad de la insulina, aumento de concentración de glucosa sanguínea y habituación al sabor dulce en la población infantil, así como causar episodios de hiperactividad, ansiedad, alteraciones en los patrones del sueño y hasta insomnio.
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Entonces ¿Qué refrescos sí pueden tomar los niños según la Profeco?
Luego de analizar cada uno de los productos, la Profeco reveló que sólo algunas marcas de refrescos resultaron ser aptas para niños, como son:
- Freelife agua gasificada con extracto natural naranja - mango
- La Croix sparklin water orange naturally essenced
- Ameyal refresco sabor fresa kiwi
- Chaparritas refrescos sin gas pasteurizado
- Peñafiel agua mineral sabor naranja
- Senzao guaraná refresoc sabor guaraná: sin anomalías
- San Pellegrino bebida carbonatada con 10 por ciento de jugo de naranja, 5 por ciento de jugo de granada y 2 por ciento de jugo de limón de concentrado: sin anomalías
- Tonicol refresco sabor vainilla
- Yoli refresco sabor limón: sin anomalías
Sin embargo, de las 10 marcas aptas para los más pequeños, ocho de ellas presentaron frases que no pudieron comprobar, mintieron en su contenido neto, presentaron la información al consumidor en otro idioma, entre otras.
Además, Peñafiel sabor naranja y Tonicol presentaron Jarabe de Maíz de Alta Fructosa (JMAF) un ingrediente que ha causado mucha polémica porque se asocia a alteraciones en el metabolismo de algunas personas que lo consumen en bebidas o alimentos y no sienten saciedad, por lo que sigue comiendo.