La miel es uno de los mejores aliados para tu rutina de belleza, ya que tiene múltiples usos y beneficios para lucir una piel hermosa. Uno de ellos, es que puede usarla para hacer tu propia cera para depilar. Te decimos cómo.
Lo primero que debes saber es que la miel tiene componentes que te ayudan a hidratar la piel profundidad, estimulan la regeneración celular y la exfolian arrastrando las células muertas, aportan antioxidantes y eliminan las bacterias.
Por ello, este ingrediente es utilizado en cremas hidratantes, exfoliantes y hasta en cremas para depilar. Te decimos cómo hacer la tuya para eliminar el vello desde la comodidad de tu casa.
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¿Cómo hacer cera para depilar con miel?
La cera con miel es la mejor alternativa para deshacerte del vello facial y corporal si tienes la piel demasiado sensible, pues tiene ingredientes naturales, debilita el vello y cuida tu piel. Para prepararla solo necesitas:
- 1/4 taza de miel
- 1 cucharada de jugo de limón
- 6 gotas de aceite esencial (opcional)
- 1 taza de azúcar
Una vez que hayas reunido todos los ingredientes debes ponerlo en un sartén y olla a fuego medio y mezclarlos hasta conseguir una textura granosa. Es necesario que retires el sartén del fuego antes de que la emulsión comience a hervir y asegúrate de que esta no supere los 43 °C.
Deja enfriar la mezcla y aplícala cuando esté tibia, lo que sucederá entre 15 y 20 minutos que la hayas retirado del fuego. Es importante que la cera quede espesa y con textura suave, ya que si está demasiado liquida no servirá y deberás añadir más azúcar para lograr la textura deseada.
Ya que la cera este fría puedes añadir una gotas de tu aceite esencial preferido y removerlo en la mezcla para que quede integrado.
¿Cómo me depilo con cera de miel?
Lo primero que debes hacer es preparar la piel para depilarte, para lo cual tendrás que exfoliar tu piel un día antes. Una vez que has exfoliado la piel, tendrás que lavar y secar muy bien la zona que vas a depilar y aplicar un poco de polvos de talco para eliminar los restos de humedad y sacudir el exceso de estos.
Ahora sí, debes extender la cera en la misma dirección que el crecimiento del vello, repartiéndola de forma que quede una capa delgada y uniforme.
Es importante que la apliques de forma rápida y concisa para que puedas retirarla con facilidad. Después cubre la piel con una tira de tela de muselina o de una camisa vieja y fíjala sobre la cera frotando o con ligeros golpecitos. Asegúrate de dejar un espacio de aproximadamente 5 centímetros de tela para estirarla después.
Retira la tela con un tirón rápido en dirección opuesta al vello mientras estiras la piel con otra mano para evitar que te duela mucho y repite, pero no es la misma zona pues podría provocarte irritación. Una vez que hayas terminado lava con agua tibia y su usas jabón que sea cremoso.
Recuerda hidratar muy bien tu piel para evitar irritaciones, hacer una prueba de sensibilidad antes de aplicar la cera y volver a depilarte hasta el vello crezca como mínimo un centímetro.
Además de ser amigable con tu piel, depilarte con miel abre los poros y facilita la extracción del vello, retrasa su crecimiento, protege la dermis y contiene aminoácidos, sales minerales y vitaminas que limpian, protegen y nutren tu piel.