El 26 de abril de 1986 los residentes de Pripyat tuvieron que desalojar sus casas por el accidente de Chernobyl y en 36 horas los soviéticos evacuaron a 350 mil residentes.
Al irse, las personas ya no tuvieron tiempo de recoger sus cosas, se retiraron nada más con la ropa que tenían y algo que también dejaron fueron a sus mascotas, pero ¿por qué sobrevivieron?
La realidad de los perros en Chernobyl
De acuerdo con National Geographic, no nada más es uno de los lugares más radiactivos del planeta, sino también tiene una población grande de perros callejeros, pues ya hay 750.
Ante ello, el biólogo Timothy Mousseau visitó la ciudad con el fin de realizar un programa de esterilización/castración y vacunación, de igual forma fue a recolectar sangre, análisis de ADN y tejidos con el fin de saber la razón del porqué todavía siguen vivos.
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De acuerdo con el reportaje, Elaine Ostrander que dirigió el Proyecto Genoma Canino en el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano, encontró “la estructura genética de 302 perros mestizos que vagan libremente y descifra sus pedigríes, identificando 15 familias diferentes, algunas grandes y otras pequeñas”.
Los perros son valiosos para la ciencia, porque a pesar de que han tenido 15 generaciones, estos perros mueren a los tres o cuatro años por lo cual cree que “lo que sea que sucedió en el genoma que permitió a estos perros sobrevivir en este ambiente tan hostil son probablemente [mutaciones en] genes bastante grandes e importantes que hacen cosas muy importantes. ”
Aun así, los investigadores todavía tienen dudas con respecto por qué los perros bebés nacen vivos “¿Los genes que han cambiado coinciden con lo que sabemos sobre los efectos de la radiación?”.
Lo único que se espera es la esperanza con el fin de comprender qué es lo que sucede con la exposición a la radiación.