El champurrado es una de las bebidas más representativas de nuestro país, solo o acompañado de unos tamalitos, cuando hace frío o igual cuando hace calor. El champurrado es ideal en cualquier momento.
En cada trago de este atole se asoman los sabores a maíz tostado y chocolate, además de piloncillo.
Si bien, no hay una receta exacta de preparar champurrado, ya que a lo largo de los años han ido cambiando un poco la forma en la que se prepara, sin embargo, lo tradicional es hacerlo con agua, masa de maíz, chocolate y piloncillo, en algunas versiones lleva pinole, azúcar (en lugar de piloncillo), leche y canela, pero siempre deberá ir acompañado de un chocolate de metate.
¿Cómo surgió la palabra champurrado?
De acuerdo a la Academia Mexicana de la Lengua, la palabra champurrado es una onomatopeya que intenta reproducir el sonido de los líquidos al combinarse.
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Esta voz era empleada en Cuba para referirse a una 'bebida a base de agua, azúcar y varias especias mezcladas con ron o aguardiente'. En México se emplea para hacer referencia a la bebida hecha con atole de maíz y chocolate.
Origen del champurrado
Se sabe que el origen de esta bebida es prehispánico y data de la época de los aztecas, los cuales sacaban el máximo provecho al maíz, con el que preparaban diversos platillos y bebidas, como es el caso del champurrado.
En Historia general de las cosas de la Nueva España, fray Bernardino de Sahagún describe que antes de la llegada de los españoles se hacía una bebida de maíz molido que se ofrecía caliente o fría, la llamaban atolli, significa “aguado”.