Una hamburguesa sin queso amarillo está incompleta, aunque si éste no es de buena calidad, arruina por completo el sabor de la comida.
Para que no sufras inconvenientes con tus alimentos, te revelamos cuáles son los peores marcas de queso amarillo, de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
A través de estudio que realizó a varias marcar de queso amarillo o tipo americano, la Profeco descubrió que algunas hacen trampa y adicionan grasa vegetal a sus productos; por lo tanto, en realidad no se les puede llamar queso.
Las marcas señaladas por la Procuraduría encargada de proteger los derechos de los consumidores son las siguientes:
- PARMA Sabori
- L de M Sandwich FOOD SERVICE
- Paulet
- Camelia
"Encontramos cuatro marcas que, a pesar de ostentarse como quesos, adicionan grasa vegetal a sus productos. ¡Y algunas ni siquiera lo declaran! Se trata de los quesos tipo americano PARMA Sabori, L de M Sandwich FOOD SERVICE, Paulet y del queso estilo americano Camelia", detalla la institución en los resultados de su análisis.
Por otra parte, la Profeco advierte que es necesario tener cuidado con el consumo de queso amarillo, ya que algunas marcas tiene alto contenido de grasas saturadas y trans, que puede provocar enfermedad cardíaca.
¿De qué está hecho el queso amarillo?
Mientras los quesos tradicionales (panela, manchego o oaxaca) se elaboran con cuajada de leche, el queso amarillo resulta de moler y fundir quesos madurados -como los gouda o cheddar-, aparte de la adición de sodio, sales fundentes, aditivos y leche o algunos de sus componentes (de ahí que en la industria alimenticia se les conozca bajo el nombre de “quesos procesados”).
En tanto, las imitaciones de queso en cuestión, que son similares tanto en apariencia como sabor, están compuestas por ingredientes como agua, almidón, grasas vegetales, caseinatos (caseína sintética) y sales fundentes, entre otros aditivos.
En algunos casos, las imitaciones de queso amarillo también se fabrican a partir de mezclas de quesos madurados y la adición de grasas vegetales, almidón y otros componentes que ayudan a darle sabor y textura; sin embargo, debido a que no contienen grasa butírica, propia de la leche, no pueden ser considerados quesos, explica la Profeco.