Al viajar en avión, barco o autobús, es normal que los movimientos que se generan causen algunos problemas y que los viajeros no estén acostumbrados a ese tipo de náuseas.
Aquellas turbulencias a cientos de kilómetros, suspendidos en el aire, las oleadas por el mar picado o el simple hecho de estar sentado en un automóvil y sentir cómo las curvas empiezan a generarse en el estómago, son acciones que uno llega a desarrollar y que para el cuerpo es extraño.
Por esa razón aquí te diremos cómo quitar esas molestias y disfrutar de un buen viaje.
¿Cómo eliminar el mareo por movimiento?
De acuerdo con el artículo de “The Conversation”, cualquier movimiento en el entorno puede producir el mareo. Esto no tiene que ver con alguna enfermedad o patología, esto es, por el funcionamiento óptimo del sistema nervioso.
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“El cerebro monitorea y ajusta constantemente sus entradas y salidas para realizar las tareas de la vida de manera eficiente”.
Para mover la cabeza y los ojos a una dirección específica, el cerebro hace los ajustes necesarios para que coincidan perfectamente estos dos órganos y esto es gracias a la experiencia y resultado del cuerpo, el cual funcione bastante bien.
Por esa razón estos son remedios para que los elimines y puedas ejecutar actividades de manera normal.
- Siéntate o acuéstate rápido sin moverte y con los ojos cerrados
- No consumas café, alcohol o tabaco y mejor bebe muchos líquidos
- Si tienes mareo y nauseas se recomienda tomarse un antihistamínico de venta libre como meclizina o dimenhidrinato (Dramamine)
- Si viajas elige un sitio cómodo y apropiado
- No leas, pues este puede ser uno de los que generan este problema
- Antes de realizar el viaje no comas mucho
- Duerme
El problema es que el sistema nervioso no tiene la experiencia de esos mareos y por esa razón pueden provocarse por:
- Ver películas en tablets o computadoras
- Jugar videojuegos
- Estar sentado en un automóvil
Los que sufren mareos por movimiento llegan a mostrar un funcionamiento hábil y optimizado “en un entorno excepcionalmente desafiante y subóptimo”, con el fin de acostumbrarnos a las novedades del mundo.