Los perros suelen meterse todo lo que tienen a su alcance a la boca y aunque muchos dueños se preocupan por cuidar la salud bucal de sus cachorros, algunos de ellos cometen el error garrafal de usar pasta de dientes para cepillar los dientes de sus lomitos. Te decimos porque hacer esto es un grave error.
Al igual que los humanos, los perros necesitan una buena limpieza bucal para evitar la placa bacteriana, el mal aliento, la inflamación de sus encías y dificultades a la hora de comer. Sin embargo, los lomitos necesitan diferentes productos para mantener sus dientes sanos.
¿Por qué no debes usar pasta de dientes para cepillarle los dientes a tu perro?
Lo primero que debes saber es que nunca debes cepillar los dientes de tu cachorro con pastas dentales de uso humano, pues estas contienen exceso e flúor, sal y bicarbonato que puede resultar tóxico para tu lomito y provocarle salivación abundante, dolores abdominales, vómito y diarrea.
En su lugar existen productos específicos para cuidar la salud bucal de tu perro como son pastas de dientes caninas, aerosoles y enjuagues que se diluyen en agua, los cuales puede ingerir sin ningún riesgo.
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Además, las pastas de dientes para canes suelen incluir sabores como carne para que los acepte mejor haciendo del cepillado una tarea más sencilla y deliciosa para ellos.
Lo que debes hacer es buscar un cepillo de dientes con cerdas suaves y extremos redondeados que se adecuen al tamaño de tu mascota y tallarlos al menos una vez a la semana, sobre todo, en la unión entre las encías y los dientes, donde se acumula más la placa bacteriana.
Es importante que sepas que debes acostumbrar a tu perro al cepillado desde que es cachorro de forma que perciba esta actividad como uno más de los juegos o cariños que recibe. Pero si no lo hiciste, no te preocupes. Trata de comenzar con un cepillo sin pasta o solo frotando los dientes de tu lomito con el dedo para que se acostumbre y luego agrega la pasta.
Recuerda que los cachorros pueden presentar problemas con sus dientes a partir de los tres años de edad, debido a la placa y el sarro acumulado en sus dientes.