Hay muchas razas de gatos que se pueden encontrar en lugares donde adoptan animales como en centros de adopción o incluso en veterinarias, pero si tienes la oportunidad de tener un gato angora turco, debes de saber esto.
Este felino es uno de los más antiguos, además de que se le asocia con la elegancia, con una apariencia deslumbrante y con un comportamiento familiar y afectuoso, ¿pero qué diferencia hay de los otros? Aquí te decimos.
Historia del gato angora turco
Esta raza de gato se remonta a la antigüedad, es originario del centro de la península de Anatolia, Turquía y llama la atención por su apariencia, razón por la cual se identificó como un símbolo de aristocracia y poder.
De acuerdo con la página web Hills, esta raza fue tan popular en Europa y Norteamérica que se centraron más en su estética que su salud, por lo cual llegó al borde de la extinción, pero después se conservó en zoológicos y se le consideró un tesoro nacional.
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El tamaño de este gato es mediano, musculoso, con orejas largas y puntiagudas, pero lo que llama la atención es su pelaje, es sedoso y tiene diferentes variedades de colores como blanco, negro o crema.
Aunque una de las cosas que llama la atención es su cola, porque es esponjosa, larga y se mantiene erguida.
Se debe de saber que es muy juguetón, amistoso y con un gran nivel de energía, por esa razón su dueño necesitará tiempo para ejercitarse con el fin de mantenerse feliz y saludable.
Sin embargo, el gato angora turco tiene cuidados específicos como:
- Aseo: cepillado regular para evitar que su pelo se enrede
- Problemas dentales: se necesitan cepillar sus dientes una vez por semana
- Plan de ejercicio diario: se puede hacer con los juegos
Se debe saber que esta especie de gato tira mucho pelo, por esa razón la limpieza del hogar deberá ser constante.