Las corbatas que hoy se venden ya son una costumbre para poder usarlas y hacerse presentes al trabajo, siendo esta una manera de identificar la vestimenta como elegante y a pesar de que surgió con los croatas, los franceses mejoraron el diseño.
Además de que hubo varios significados para vestir esta prenda, siendo que ha llevado desde lo romántico hasta lo bélico.
La historia de la corbata
La Enciclopedia Británica tiene registro de la corbata desde 1656 y explica que su etimología es derivada del sustantivo étnico croata al francés cravate, en donde Carlos II introdujo al país el accesorio de moda.
Sin embargo, se dice que en Croacia, durante la Guerra de los Treinta Años, las mujeres amarraban al cuello de los soldados de caballería, un pañuelo rojo, siendo el símbolo de amor y fidelidad.
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Hasta que en 1667 Luis XIV le gustó mucho este nuevo accesorio que lo consideró elegante, el cual empezó a integrarlo en los cuellos altos de la época.
Conquisto primero la moda en Croacia, después en París y a Inglaterra para que se propagara a Europa, Estados Unidos y al final en todo el mundo.
Y aunque en la Edad Media no hubo presencia de este accesorio, en los siglos XVII y XVIII el pañuelo croata se transformó en largas tiras, hasta que después de la Revolución Francesa obtuvo un valor político, el cual se utilizaba de color negro para los revolucionarios y el blanco para sus oponentes.
En el siglo XIX Inglaterra usaba la corbata larga, las sujetaba con alfileres de perlas y ahí se formó el nudo Ascot, pero fue hasta el siglo XX donde aparecieron con diferentes colores y utilizada por todas las clases sociales.
Con el paso de los años, las corbatas han establecido el estándar de su forma de usar e incluso de su tamaño y el largo está entre 140 y 150 centímetros, ancho de ocho a diez y la punta debe sobresalir la cintura del pantalón.