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¿Es dañino? Esto es lo que pasa si un gato come plátano

Muchas veces puedes darle un trozo de fruta o verdura, sin saber si esto puede ser mortal para tu minino. Aquí te decimos toda la información.

Aunque los plátanos tienen muchos nutrientes que benefician a los humanos, para los gatos es un tema completamente diferente. Créditos: Unsplash
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Los gatos son animales exploradores que continuamente salen de casa para investigar un poco del terreno que los rodea. Al estar tanto tiempo sin inspección, es posible que ingieran alimentos que para nada son aptos para ellos

O incluso, muchas veces son sus dueños quienes buscan “premiarlos” y compartir un poco de la comida que ellos ingieren con sus pequeñas mascotas, sin saber el posible daño que podrían ocasionarles. Justo como ocurre con el plátano, una fruta popular que está al acceso de todo el mundo, incluidos los mininos. 

¿Por qué no deben comer plátano los gatos? 

Aunque estos pequeños animales pueden comer plátanos, la realidad es que no lo necesitan. Según expertos, esta fruta no favorecerá en ningún sentido a la alimentación de las mascotas, pues no tienen la capacidad para saborear lo dulce, como sí ocurre con lo amargo, ácido y salado

Además, resaltaron que el azúcar que aporta el plátano no es bueno para los felinos, ya que su organismo no está adaptado para dietas ricas en hidratos de carbono, y podría provocarle enfermedades como obesidad y diabetes. 

Cabe resaltar que los gatos son seres carnívoros, por lo que toman todos sus nutrientes esenciales del tejido animal, y no necesitan frutas o verduras para tener una alimentación balanceada, como sí ocurre con los seres humanos. Especialistas mencionaron que una dieta basada exclusivamente en verduras puede traer graves consecuencias a los mininos

Quiero darle plátano a mi gato, ¿cómo le hago? 

Ahora bien, si deseas darle una probada a tu minino de plátano, puedes hacerlo, pero ten muy presente que debe ser en pequeñas proporciones, y sobre todo tomando en cuanto ciertas especificaciones como: retirarle la piel por completo, incluido esas pequeñas hebras que se quedan pegadas, después córtalo en pequeños trozos para que pueda ingerirlo de manera adecuada, y no se atragante. 

Recuerda que todo en exceso puede hacer daño, por lo que es mejor que las porciones sean mínimas.